lunes, 26 de agosto de 2019

MAGOS DEL ENTRENAMIENTO DE VOLEIBOL.

Buenas a tod@s

Cuando la temporada esta a punto de iniciarse y las ideas empiezan a fluir pensando en los próximos meses de competición, no esta de más en reflexionar sobre nuestra practica en los entrenamientos. Es en ese momento cuando apareció en escena el siguiente libro:


Hoy he leído que Juan Diego, segundo de la selección española en el Europeo de Bratislava, es el último libro que ha leido. Manos a la obra y  buscamos lo que podemos obtener de él en internet y lo primero fue el saber quien era los entrenadores que escribían este libro.

JHON FORMAN



MARK LEBEDEW


EL libro se puede obtener por amazon en la siguiente dirección (pulsa) , aunque la Asociación Uruguaya de Entrenadores de Voleibol (auev) y el blog VolleyAttck nos dan pinceladas de algunos de sus capítulos. Aquí os dejamos lo que hemos encontrado para que os entre un poco de gusanillo...
Un saludo desde Bratislava.






Los requerimientos clave para un entrenamiento exitoso
Pasión
Una de las cosas más comunes entre los Magos —independientemente del nivel que entrenen, dónde entrenen y cuánto tiempo hayan estado entrenando— es la pasión. De hecho, es parte integral de por qué entrenan tanto tiempo como lo hacen, ya que algunos de ellos tienen décadas de experiencia. Todos hablan de ello en un mayor o menor grado. Giovanni Guidetti es, sin embargo, quien es más elocuente al respecto. Él está hablando en un segundo idioma, pero hace realmente un buen trabajo al describir sus pensamientos acerca de por qué entrena. Es un conjunto de pensamientos que todos parecen compartir.
Deja éste trabajo si no tienes una increíble pasión, porque no es un trabajo que puedas hacer con una pasión normal. En realidad, no sé por qué en esta conversación no apareció esta palabra, pero es otra palabra clave para mí. En tu pregunta anterior me interrogaste y yo contesté comunicación, conocimiento y debería haber dicho pasión, porque eso es la base de todo.

Éste no es un trabajo que puedas hacer sin una pasión increíble. Tal vez tú puedas hacer bien todos los trabajos en éste mundo, pero en el voleibol no puedes siquiera alcanzar un nivel promedio sin pasión. Es la base de todo.

Todos los Magos expresan de una manera o de otra el hecho de que si quieres hacer esto por un largo tiempo, si quieres ser bueno haciendo esto por un largo tiempo, tienes que tener la pasión para seguir dedicándote. ¿Por qué permaneces entrenando durante 30 años o 40 años? ¿Por qué aún entrenas en tus sesentas y setentas? Porque lo amas. Si no tienes pasión por ello, va a ser realmente muy difícil para ti ser un entrenador exitoso a largo plazo.
Si tienes algún tipo de experiencia, sabes la cantidad de veces que es una lucha. Hay momentos en nuestras carreras y en nuestras temporadas, en donde se vuelve un trabajo pesado. Por una razón o por otra, tienes que tratar con cosas que pueden no ser las partes más positivas y divertidas del trabajo. Sin embargo, tienes que trabajar con esto y superarlo. Si no tienes la pasión por el trabajo —la pasión por la vocación y la carrera— entonces eventualmente vas a dejarlo ir, o simplemente alejarte o cambiar tu rumbo. La pasión es lo que mantiene a estos entrenadores Magos avanzando, compitiendo y enseñando en el alto nivel que ellos han fijado para sí mismos —y que continúan imponiéndose.
De hecho, un elemento que Giovanni intenta decirnos es que nunca puedes dejar que entrenar se convierta en un “trabajo.” Sabemos que las personas obligadas a hacer algo estrictamente fuera de su responsabilidad, no invierten tanto de sí mismos. No ponen la energía y el tiempo en dominarlo y hacer un gran trabajo. Para ser realmente bueno como entrenador —o realmente bueno en cualquier otra cosa— tienes que invertir en ti mismo. Esto no lo puedes hacer sin —como dice Giovanni— sin tener una increíble pasión.
Además, la pasión de la que estamos hablando aquí, no se trata solo de la parte del entrenamiento. Es también una pasión por el juego del voleibol en sí mismo. Los más grandes —incluyendo aquellos con los que hemos hablado— tienen tanto pasión por el entrenamiento como pasión por el voleibol. Realmente, es el requisito número uno para lograr algo grandioso en la vida, y el entrenamiento es una de esas cosas.



Compromiso con el aprendizaje continuo

El segundo requisito para un gran entrenador, según los Magos del Entrenamiento de Voleibol, es un compromiso al aprendizaje continuo. El aprendizaje de por vida es un gran eslogan que ahora se maneja en muchas áreas, pero que es realmente una necesidad para ser un mago del entrenamiento de voleibol. Todos estos entrenadores hablan de la necesidad y el deseo de estar constantemente estudiando como entrenan. Observan cómo otros entrenan y encuentran la manera mejorar continuamente ellos mismos. Y esto no solo como entrenadores, sino como personas, como individuos y como partícipes de relaciones con otros. El consejo que ofrecen viene en algunas variedades diferentes pero mayormente remite a salir ahí afuera, ver a otras personas entrenar, hablar con otros entrenadores y en líneas generales permanecer involucrados.

Mick Haley fue una de las primeras entrevistas con las que comenzamos. Él realmente lo extendió más allá. Esto es lo que tenía para decir:

Creo que quieres hablar con todas las personas que puedas hablar. Quieres ver… Creo que no es solo mirar voleibol. Creo que quieres observar entrenadores de todos los deportes. Me encanta mirar otros deportes y observar a los entrenadores. Cuando yo era joven les prestaba atención a todos los entrenadores. También creo que es importante que si eres un entrenador asistente te conviertas en un entrenador principal del equipo de un club, en donde tienes que tomar decisiones que importan entre ganar y perder, o el éxito del equipo, o la unión del equipo. Necesitas practicar la toma de decisiones, pero puedes ser un entrenador asistente para un college, o una universidad, o incluso una escuela secundaria.
Necesitas practicar tomar esas decisiones y tomarlas de manera oportuna. Eso te dice lo que no sabes. Solo tú sabes cuando estás inseguro acerca de una decisión, o cuando tomaste la decisión y no funcionó y luego tienes que preguntarte a ti mismo, “¿Por qué no funcionó para mí?” Los primeros tres a cinco años les diría a los entrenadores que adquieran tantas de estas experiencias como les sea posible, obtengan tantas oportunidades como puedan, estén disponibles, ofrézcanse como voluntarios, trabajen gratuitamente, solo traten de hacer la diferencia y vean qué sucede.

Todo se trata de obtener tantas experiencias como sea posible en la cantidad más corta de tiempo, para volverte experimentado, para darte más información para tomar decisiones… sumergirte en el deporte, asistir a cada gran reunión de entrenadores y sacarle partido a los conocimientos, hacer preguntas, escuchar y observar. Ir a todas las clínicas que puedas y brindar tus servicios. Realizar tantas clínicas como puedas. Asegurarte de convertirte en un especialista en tu deporte y alguien que también puede proporcionar información, además de escuchar, pensar en ello y conversar con otras personas al respecto.
Los comentarios de Mick sobre cómo obtener algún tipo de experiencia como entrenador principal si eres solo un entrenador asistente en éste momento, vale la pena tomarlos en consideración. Liderar un equipo por ti mismo es un tipo de trabajo completamente distinto. Ser responsable por el bienestar, el desarrollo y la mejora de un grupo de personas es una tarea realmente ardua. Tienes que continuar aprendiendo y mejorando para ser capaz de manejar esto.

Tod Mattox, quien entrena principalmente a nivel de escuela secundaria, menciona la necesidad de no estar solo pensando en tu educación dentro del panorama general de mejorar cada año y a lo largo del transcurso del tiempo que tú entrenes, sino también hacerlo dentro de los límites de cada temporada.

He estado entrenando 30 años, pero hay entrenadores que han estado entrenando 30 años dirigiendo la misma temporada durante 30 años. Ellos no son mucho mejores de lo que eran el primer año. Yo tengo que mejorar.

Deseas trabajar mejor con tu equipo día a día, semana a semana, partido a partido. Se trata de cómo lidias con los jugadores, cómo sacas lo mejor de ellos. Una crítica que puedes escuchar de muchos jugadores acerca de los entrenadores es que no son apasionados por el juego y no continúan aprendiendo. Ellos siempre hacen lo mismo. Es un tipo de trampa en la que muchos entrenadores pueden caer. Definitivamente es algo que le va a suceder a un entrenador si él o ella pierden su pasión.

Conectando los comentarios de Mick y los de Tod, un punto que Stelio DeRocco marcó en su entrevista fue sobre mentoría. Es algo que él hace con entrenadores jóvenes. Es una de las sugerencias sobre cómo mejorar la educación de un entrenador en varias áreas —para que esté menos basada en la lectura de libros de texto y más en pasar tiempo con entrenadores, con un mentor que pueda ayudarte con tu propio desarrollo.
Aún hoy aspiro a devolver gran parte de lo que me han dado las personas que fueron mentores. Yo hago lo mismo en Canadá brindando mentoría a entrenadores porque pienso que hay tanto que puedes compartir con estas personas, porque cuando eres un privilegiado como tú y yo de viajar por el mundo u otros entrenadores que han viajado por el mundo, puedes ver cómo es el voleibol fuera de tu propio patio trasero, lo que la gente está haciendo, y es genial compartir eso.

Algunos de los entrevistados hablaron sobre una persona a la que podrían regresar para un consejo continuo. Por ejemplo, Glen Hoag, tuvo su entrenador mentor original al que incluso ahora, con sus años de gran experiencia y éxitos, todavía llama regularmente para consultar y tener retroalimentación sobre lo que está haciendo.

En ese sentido, una de las primeras preguntas que hacemos en cada entrevista, justo después de obtener la información básica de los antecedentes de alguien, es a quién cuentan entre sus influencias de entrenamiento. Si alguien los describe específicamente como un mentor o no, varía, pero cada uno de ellos puede citar muy específicamente quién los ayudó a convertirse en el entrenador que son. Tanto si fue un entrenador que tuvieron como jugador, o alguien con quien trabajaron en las etapas iniciales de su carrera, todos tienen a alguien. Probablemente múltiples personas.

Aquí es donde entramos en el árbol de las interrelaciones del entrenamiento. Que habla de la influencia de personas como Jim Coleman en los Estados Unidos. Entrenadores que han trabajado con él ahora están trabajando con otros entrenadores, difundiendo ese conocimiento y esa sabiduría para el futuro. En 20 años habrá entrenadores de la generación actual que habrán influido, directa e indirectamente, en otros que serán grandes entrenadores en ese momento.

En realidad, mirando las cosas desde la perspectiva de la historia del entrenamiento del voleibol, es uno de los aspectos más interesantes que podemos ver con éste proyecto. Escuchamos acerca de todos estos intercambios que suceden entre los entrenadores. Son entrenadores estadounidenses entre ellos mismos, entrenadores estadounidenses con entrenadores extranjeros y entrenadores de todo el mundo entre ellos. Es algo realmente fascinante y uno de las grandes características de la comunidad de entrenadores de voleibol.




Donde los magos están de acuerdo

Saben menos ahora que cuando comenzaron a entrenar
En relación al aprendizaje continuo del que hablamos anteriormente, una de las primeras cosas en las cuales todos los Magos están de acuerdo, es en la idea de que saben menos ahora que cuando comenzaron a entrenar. Es la idea de que cuanto más sabes, menos sabes. Muchos de nosotros podemos reconocer esto en nuestros propios caminos de desarrollo cuando comenzamos, ya sea como jóvenes entrenadores o jóvenes asistentes. Pensamos que sabíamos todo y queríamos asegurarnos de decirles a nuestros jugadores exactamente lo que tenían que hacer. Queríamos asegurarnos que ellos supieran que éramos los inteligentes y que teníamos todas las respuestas. Ahora, años después, miramos hacia atrás y vemos cuan tontos éramos entonces. Parece ser parte de la evolución natural.

Esto surgió particularmente en varias de las primeras entrevistas. Los entrenadores reflexionaron sobre su desarrollo, y muchos se sorprendieron de cuán inteligentes pensaban que eran en ese entonces. Y por supuesto ahora en cómo no eran tan inteligentes después de todo. Ciertamente es algo que sabemos que vemos en nuestro propio trabajo. Cuando éramos entrenadores jóvenes estábamos completamente seguros de que lo que hacíamos era mucho más inteligente que lo que lo que todos los demás hacían. Podemos escuchar en las entrevistas mucha similitud.

La conclusión aquí es que debemos ser humildes, probablemente todo el tiempo. No es solamente el aspecto del aprendizaje continuo, porque todos nosotros podríamos probablemente mirar hacia atrás en una década y decir, “Sí, no sabía tanto como creí saber.” La idea de que pensemos que tenemos una mejor manera de hacer algo, o que tenemos toda esta información que sentimos que necesitamos compartir con esos jugadores es positiva en cierta forma. Es un reflejo de la pasión que tenemos. Ser un sabelotodo en esa etapa no es totalmente negativo, porque es un reflejo de algo bueno. Sin embargo, definitivamente tiene que haber un sentido de la realidad.


No más “ejercitadores”

El siguiente punto en que los Magos estuvieron de acuerdo es en el camino de desarrollo que tuvieron y la manera en la que entrenaron a sus jugadores. Esto va un poco más para la generación de entrenadores de mayor edad. Tenemos algunos que han estado en el juego por mucho, mucho tiempo. Hay una especie de consenso en que hubo un tiempo en que eran “ejercitadores.” En el lenguaje moderno, estaban realmente muy focalizados en el entrenamiento en bloque. Ahí es donde solo haces repeticiones muy simples de una habilidad específica. Por ejemplo, dos jugadores pasando la pelota de un lado a otro.
Tom Tait es alguien realmente bueno para hablar de esto. En su entrevista comparte una historia de los inicios de su carrera entrenando en Penn State.

Cuando comencé a entrenar tanto al equipo femenino como al masculino en Penn State, copiaba algunas cosas, porque no entendía el juego todavía. Terminé inicialmente siendo un ejercitador. Te apuesto que con mi equipo masculino de Penn State, poco después de convertirnos en un programa universitario, podríamos haber vencido a cualquier equipo del país en un ejercicio, pero no hubiésemos podido vencerlos en un juego o un partido. Yo no entendía el entrenamiento en función de la especificidad del entrenamiento. Esa cosa antigua que ahora escuchas tanto… es que ‘El juego enseña el juego.’ No entendí eso en ese momento, y por eso estaba copiando a algunos de los mejores entrenadores y ejercitando a mis jugadores.

Allí es donde ves el inicio de la adaptación, algo de lo que Carl McGown trajo al entrenamiento y al deporte. Hoy en día hablamos de “entrenamiento feo,” entrenamiento aleatorio versus entrenamiento en bloque, y todo eso. Tom aprendió que el entrenamiento bonito —ser grandes ejercitadores— no es lo que lo logra. El entrenamiento efectivo es lo que lo hace funcionar. Éste es un tema común entre muchos entrenadores, especialmente aquellos que no están expuestos en etapas tempranas de sus carreras a alguna de las investigaciones que estamos viendo ahora en términos de la efectividad de más entrenamientos similares al juego. A grandes rasgos habla de una progresión general incluso del proceso de aprendizaje, en donde te vas dando cuenta con el tiempo que, “Hey, la forma en que lo estoy haciendo no es la mejor forma de hacerlo. Necesito salir y ver y aprender y seguir progresando e intentando mejorar.”


Comprender la importancia del contexto
Lo siguiente en términos de áreas en que los Magos están de acuerdo es que entienden la importancia del contexto. Lo que queremos decir con esto es que todos alientan a las personas a salir y aprender de otros entrenadores, ya sea observándolos en el gimnasio, asistiendo a una clínica, participando de un seminario o yendo a una conferencia. Casi todos nosotros en etapas tempranas de nuestra carrera atravesamos lo que puede denominarse la fase de recolección de ejercicios. Parte de esto es hacer exactamente lo que los Magos recomiendan. Parte de esto también es tener en cuenta que para entrenar mejor la habilidad X, tenemos que encontrar el ejercicio correcto.

John Speraw bromeaba en la Convención 2016 de la AVCA acerca de que para ciertas habilidades, o para ciertos aspectos del juego, todavía estaba tratando de encontrar el ejercicio perfecto. Él obviamente entiende el sentido de que puedes entrenar cualquier cosa en una situación de juego siempre que estés enfocado correctamente y proporciones la retroalimentación adecuada, pero el punto aún está allí.

De lo que los Magos hablan habitualmente en todo éste proceso de recolección de ejercicios, es de la necesidad de entender el contexto. Al final del día, tienes que aplicar lo que ves a tu situación. Tienes que darte cuenta que el entrenador que demuestra un ejercicio, o en cuyo gimnasio lo ves practicar, tiene un conjunto de circunstancias diferentes a las tuyas. Pueden ser los jugadores que tiene. Pueden ser las instalaciones, el equipamiento, el momento de la temporada en donde éste tipo de cosas se está usando, o el nivel de la competencia.

Hay muchas cosas que afectan la decisión que toma un entrenador para usar un juego o ejercicio en particular. Estas cosas pueden o no aplicarse directamente a tu situación y si puedes tomar esa actividad e incluirla en tu propia práctica.
Iradge Ahrabi-Fard lo expresó muy bien en su entrevista:

Incluso si trajera un buen ejercicio a casa, nunca lo presentaría en la misma forma. Siempre tienes que modificarlo de alguna manera para que coincida con la habilidad, el interés y el nivel de tu equipo. Tan pronto como fui capaz de lograr esto, entonces dejé de copiar a otras personas. Copias a algunas personas y no tienes la misma situación y puede que no obtengas el mismo resultado. Es mejor para ti como entrenador desarrollar el sentido de lo de lo que tu equipo necesita e ir por alguien que empiece a mejorar tu entrenamiento. E incluso si encuentras el tipo de ejercicio correcto, solo ven y ajústalo a tu equipo.
Dando un paso más allá, algunos de los Magos realmente profundizaron en la idea de la mentalidad gurú. Tom Tait describió esta perspectiva como la visualizó al comienzo de su carrera.

Cuando asistí a esa clínica de entrenadores de voleibol, el gurú dijo: ‘Hagan esto. Hagan aquello. He aquí por qué hacemos esto. He aquí por qué hacemos aquello.’ Todos se postraban, ‘Sí maestro. Sí gurú.’ ¿Cuándo puedo salir de aquí y ponerlo en práctica? Nadie dijo, ‘Yo no hago eso. ¿Por qué haces eso? Creo que eso podría estar mal. ¿Puedes darme una legítima razón por la cual eso no está mal?’ Nadie hizo eso.

Lo que estaba sucediendo en ese momento en el voleibol era que esas cosas [biomecánica] no se entendían, o se las ignoraba solo para seguir lo que fuera que el gurú tenía para decir sobre cómo el cuerpo debería moverse, y dónde, y así.

Ahora hay probablemente más conocimiento de cosas como la biomecánica del que había en las etapas tempranas de Tom como entrenador. Sin embargo, el punto de Tom sobre no seguir ciegamente a un entrenador gurú se mantiene vigente. Hay ciertos elementos que hay que tomar con cautela. No puedes simplemente asumir que porque el entrenador X ganó tres títulos estatales consecutivos a nivel de escuela secundaria, lo que sea que te esté diciendo es la razón por la cual los ganó. Hay un montón de razones por las cuales los equipos ganan y hay un montón de razones por las cuales no ganan. Tratar de establecer una razón específica es un poco arriesgado, por decir lo menos. Sin embargo, eso tiende a ser exactamente lo que las personas se llevan cuando salen y observan a un entrenador exitoso, y deciden que quieren emularlo.


Más de Tom sobre éste tema: Era una de esas cosas en las que quienquiera que estuviera en la posición de liderazgo como entrenador, lo que sea que hiciera ese individuo, todos simplemente lo copiaban. No había preguntas, ‘¿Por qué estás haciendo esto? ¿No sería mejor hacer eso?’ No había nada de eso. Solo era postrarse ante el gurú y decir, ‘Sí. Voy a hacer esto porque tú haces eso,’ o ‘Tu equipo ganó el campeonato, por lo tanto debes estar haciendo todo bien,’ en vez de preguntarte a ti mismo, ‘Bien, espera un minuto. ¿Por qué ganaron el campeonato?’ Quizás porque tenían un equipo lleno de atletas y todos los demás equipos muchos menos atletas. Fue una locura para mí.

Tom está hablando del pasado en sus comentarios, pero todavía advertimos éste tipo de mentalidad hoy en día. Es algo sobre lo que debemos estar alertas.
Hay otro aspecto respecto a copiar de otros que Giovani Guidetti trae a colación en su entrevista. Se trata de ser sincero contigo mismo.

Yo pienso que es estúpido casarse con una filosofía y simplemente seguir adelante, porque no hay una sola filosofía. Hay muchas, muchas maneras de lograr el resultado. Debe estar acorde primero con lo que pensamos que es correcto. Porque creo que lo primero que tenemos que ser como entrenador es ser auténtico
.
Juntando todo esto, tienes el consejo de no simplemente asumir que algún método de entrenamiento produce éxito, de entender que debes considerar tu propia situación cuando estés buscando adoptar nuevos ejercicios y juegos, de evitar quedar atrapado en una mentalidad de gurú, y de ser sincero contigo mismo.


Cualidades de un buen entrenador asistente

Otra área en donde básicamente escuchas consensos permanentes es en términos de la calidad de un buen entrenador asistente. Una de las cosas que está en los primeros lugares de la lista de criterios de todos es la lealtad. Lo escuchaste una y otra vez. John Corbelli es asistente desde hace mucho tiempo. Sus comentarios sobre el tema dan en el blanco.

Número uno, lealtad al programa y lealtad al entrenador principal. He visto demasiadas situaciones en donde los asistentes no han proporcionado el apoyo que deberían haber brindado, a menudo han intentado socavar a los entrenadores principales y esa no es la manera, eso nunca debería suceder
.
Tom Turco trajo un ejemplo de su propia experiencia como entrenador de escuela secundaria, en donde tenía un asistente sobre el que dijo, “Tenía miedo de salir del gimnasio. Si le daba un ejercicio, y luego yo dejaba el gimnasio solo por cinco minutos y regresaba, él los tenía conversando.”

Compartió una historia sobre un viaje en autobús
.
Una vez estábamos en el autobús, bajé y volví hacia éste niño llamado Terry. Le dije, ‘Terry escucha. En el partido de hoy tienes que recordar permanecer fuera del bloqueo. Lee el bloqueo, mantente fuera y saca esa defensa.’

‘Eso no es lo que el entrenador me dijo.’

Volví y le dije, ‘¿Qué?’

‘Él me dijo, “Si no te gusta la respuesta que el entrenador Turco te da, ven conmigo, yo te daré la respuesta correcta.”‘

John, que trabaja como asistente de su esposa habló mucho sobre la dinámica del cuerpo técnico y cuán importante es que tengas esa presentación unificada hacia los jugadores. Está bien que a veces pueda haber un pequeño desacuerdo en el cuerpo técnico. A veces aparece en el gimnasio. Hay un poco de confusión. Siempre y cuando los jugadores puedan ver que está resuelto, que todo vuelve a estar en su lugar y hay al menos algún signo visible de entendimiento, está bien. Es solo cuando el cuerpo técnico está evidentemente hablando sobre las cosas o mirando las cosas en direcciones completamente diferentes cuando comienzas a meterte en problemas.

Otra área que aparece comúnmente en el contexto del entrenador asistente es acerca de ser capaz de sumar algo al cuerpo técnico, poder cuestionar al entrenador principal, poder brindar una perspectiva diferente, aportar algo al entrenador principal que él o ella aún no tengan.

El programa masculino de los Estados Unidos ha sido modelo en esto durante 40 años. Es un grupo de personas que han trabajado en diferentes cargos, como entrenador principal durante algunos períodos, como asistente en otros momentos, quizás como consultores en épocas en las cuales eran capaces de desafiarse uno al otro y cuestionarse uno al otro dentro de la sala de reuniones. Cuando salían de allí, tenían un frente completamente unificado y una lealtad absoluta entre ellos y hacia los objetivos del programa. Si hay un área en la que puedes decir que el equipo masculino de los Estados Unidos realmente lideró al mundo durante todo ese período es en su habilidad en éste sentido, aún es un grupo de entrenadores que trabajan de esta manera por el beneficio de un objetivo mayor.


Charlas de equipo postpartido

La última de las áreas principales en donde vemos acuerdo es en las charlas de equipo post partido. En términos generales, la respuesta que obtenemos cuando le preguntamos a la gente sobre cómo las manejan es que generalmente las mantienen breves y amables. No entran en largas discusiones post partido, ganen o pierdan —pero especialmente si pierden. Se entiende que éste tiende a ser un momento emocional. No siempre es el mejor para intentar mirar atrás objetivamente sobre lo que acaba de pasar. Es un momento en el cual los entrenadores pueden caer fácilmente en una trampa emocional de vociferar y gritar y despotricar y desvariar y de una u otra manera ventilar sus propios sentimientos hacia el equipo y/o hacia jugadores individuales.

Tom Turco compartió lo siguiente como ejemplo de lo que él diría después de una derrota:

Oye, partido difícil. Estoy seguro que estás tan decepcionado como yo lo estoy. Vamos a mirar la filmación y hablaremos sobre ello mañana.

Hay un gran foco entre los Magos en esperar a ver la filmación antes de realmente formular juicios. Se entiende que como un entrenador junto a la cancha o sentado en la banca, tienes una cierta perspectiva. No lo vas a ver todo. Eso significa que no vas a tener información completa en el momento en que termina el partido para poder hacer una evaluación completa y adecuada de lo que sucedió. Como Turco menciona, “… El partido que yo veo en la filmación es a veces un partido totalmente diferente al que veo mientras estoy mirando el marcador.”

Vital Heynen no habló acerca de esto en su entrevista pero el suyo es un enfoque interesante. Vital piensa que la charla pospartido es de vital importancia porque lo que él le dice al grupo después del partido —directamente después del partido, en un momento en que las personas están emocionalmente sensibles y quizás no han formado completamente su opinión— puede impulsar cuáles serán los puntos de conversación y pensamiento en el ámbito del equipo. Él piensa en ello en términos de aprovechar la emoción del momento en cierto sentido. Es una especie de efecto primado hacia lo que él cree que el equipo se enfocará en el próximo período de tiempo, y antes de que tengan la oportunidad de ser influenciados por otras opiniones.

El de Vital es un tipo de enfoque diferente al de Tom y de algunos otros —quizás más proactivo— pero sigue el patrón general. Él no está allí vociferando y gritando y reprendiendo a su equipo después de una derrota.

​Donde los magos discrepan

¿Qué es lo más importante la práctica o el partido?
Ahora pasemos a hablar sobre las áreas en las que los Magos difieren en su filosofía. Esto no quiere decir que tengan conflictos directos en donde discrepan de plano entre ellos en ciertas cosas. Es más un sentido de relevancia y prioridades. No es que no piensen que otra cosa es importante. Es solo que creen que esta única cosa en esta área en particular es un poco más importante desde su propia perspectiva. La primera de estas es qué creen que es más importante para el equipo, ¿cómo dirigen la práctica o cómo dirigen durante un partido?

Esto probablemente llegó a su mejor momento cuando tuvimos la conversación con Redbad Strikwerda. Él definitivamente vio el partido como el aspecto más importante de las cosas. Al contrario de lo que muchos otros dijeron. Todos ellos estuvieron de acuerdo, obviamente, en que dirigir un partido es importante. Aquellos que tienen una formación más de enseñanza (profesores, los involucrados en educación física, etc.) sienten especialmente que estar en el gimnasio todos los días es lo más importante.

A Hugh McCutcheon se le hizo esta pregunta. Él no es un Mago per se, no lo hemos entrevistado por ello, pero ciertamente califica. El contexto de la pregunta fue con respecto a trabajar a tiempo completo en el entorno de un centro de entrenamiento o trabajar en Europa en un sistema de club. El sistema de club brinda más oportunidades para ser un entrenador de partidos, mientras que el centro de entrenamiento proporciona más oportunidades para ser un entrenador de enseñanza (si quieres encasillar toscamente a ambas situaciones). Su respuesta fue que ambas son importantes, pero si solo pudiera hacer una, él preferiría ser un buen profesor.

Esta es un área de discrepancia verdaderamente interesante entre los entrenadores. Muchos de ellos dicen que ambas cosas son importantes, pero algunas veces se contradicen a sí mismos en el contexto de la conversación, diciendo que una es más importante que la otra
.
Redbad fue el más directo al expresar que dirigir el partido es más importante que el entrenamiento de juego. Su razonamiento fue que, si el entrenador no es capaz de dirigir el partido para ganarlo, los jugadores perderán fe en él como entrenador. Aquí está su comentario:

Si tienes un instructor muy malo que es un entrenador muy bueno, creo que el poder de los jugadores es más grande que el poder del entrenador. El entrenador puede estropear el partido. Él puede sumar solo un dos por ciento, pero puede echar a perder veinte o treinta por ciento del partido. En mi opinión el trabajo principal debe hacerse cuando jugamos. Si lo arruinas en éste momento, no sirve de nada lo que hiciste durante toda la semana.

El razonamiento es tan interesante como la declaración en sí misma. Es indudable que los jugadores quieren ganar el partido, y tienen una serie de expectativas de lo que debería suceder y cuándo. Siempre plantearán preguntas después del partido sobre por qué ciertas cosas sucedieron o no, de la misma forma que todos los demás.

Anders Kristiansson en su entrevista mencionó algo que había leído al respecto en América. Era cierta investigación que decía, “el mejor entrenador fue considerado el que estaba más activo, es decir, el que estaba haciendo la mayor cantidad de sustituciones, el mayor tiempo de espera, la mayor interrupción del juego…” Ciertamente los entrenadores son más a menudo juzgados por las cosas que suceden durante el partido porque esa es la punta del iceberg que la gente ve.

Esto se relaciona con una discusión que surgió una vez en un podcast de entrenamiento. Los oradores estaban compartiendo sus opiniones acerca de las mejores películas de entrenamiento y porqué les habían gustado. Específicamente observaron que lo que los espectadores piensan que son las intervenciones de estos entrenadores cinematográficos es lo que los hace interesantes. El discurso previo al partido. El discurso de medio tiempo.
 Las payasadas junto a la cancha. Sus patrones de sustitución, o los pedidos de tiempo. Es ese reflejo de la necesidad de proyectar tu autoridad y tener el control. Grandes entrenadores teniendo el control es lo que hace a un buen personaje en la pantalla. Esto, por supuesto, podría ser considerablemente diferente de lo que éste personaje es detrás de escena, o para la gran mayoría de los entrenadores que no están en una película.

La película Un domingo cualquiera es un excelente ejemplo. Los dos grandes momentos de la película son cuando el entrenador (Al Pacino) da la charla motivacional al joven mariscal de campo durante el partido sobre ir al Pontiac y dar la vuelta. El segundo gran momento, es el famoso discurso de medio tiempo acerca de las pulgadas, que puedes encontrar en YouTube. Películas como esta tienden a reforzar la idea de que las intervenciones del entrenador son la parte más importante de su trabajo.

En realidad es algo aún más profundo que la necesidad de atribuir causa y efecto. Eso es parte de algunas ramas de estudio modernas de la psicología actual. Tenemos esta necesidad de atribuir causa y efecto. Es un imperativo porque ayuda a nuestra supervivencia. En éste contexto, sin embargo, las cosas que vemos en la pantalla son, obviamente, las que tienen mayor efecto.

La habilidad de entrenamiento más importante

Avanzando, y tal vez relacionado en cierto grado con qué parte del entrenamiento es más importante, se plantea la interrogante de cuál es la habilidad de entrenamiento más importante. Esto se convirtió en una pequeña broma durante la entrevista con Glenn Hoag dado que cada Mago tenía una respuesta diferente a esta pregunta.

Quizás la respuesta más interesante o estimulante que obtuvimos fue la de Craig Marshall.
 Él dijo, “… tienes que ser lo que se requiera en el momento. Debes ser capaz de adecuarte a ese momento y aportar lo que sea necesario.” Eso casi captura la idea completa.

Tuvimos todo desde la comunicación hasta la habilidad de enseñar, el conocimiento, lo que se te ocurra. Giovanni Guidetti dijo, “Comunicación y conocimiento.” Axel Büring dijo, “Ser tú mismo y ser honesto.” Dave Shoji nos dijo, “… realmente conocer el juego y entender qué es lo que está pasando durante el transcurso de un partido y hacer ajustes…” De Garth Pischke fue, “… honestidad y ser capaz de transmitir el mismo mensaje a todo el mundo en todo momento.” La respuesta de Sue Gozansky fue, “… la capacidad de inspirar confianza a los jugadores.”

Como puedes ver, cada uno en su propio contexto y perspectiva. No es que Craig no dijo comunicación, por ejemplo. Sin dudas, si le preguntas si la comunicación es importante en el entrenamiento, él va a decir, “Sí, seguro.” Cualquier otro estaría de acuerdo. Claramente, la comunicación es importante, pero tal vez solo dos de ellos realmente lo manifestaron explícitamente.

Hay una larga lista de cosas que son habilidades importantes para ser un entrenador, y son todas clave en su propio contexto, por eso lo que dijo Craig fue tan valioso. Se trata de cuándo las usas y cómo las usas en un momento dado lo que termina siendo el factor decisivo en tu efectividad.

Este pensamiento de “lo que se necesita ahora” sigue la descripción de Einstein de qué hace buena a una teoría. Es su simplicidad y su elegancia. La respuesta de Craig fue esas dos cosas. También es completamente cierto y tal vez la razón por la cual tenemos tantas respuestas diferentes a esto. Hay tantas cosas que los entrenadores han reconocido como importantes que es una respuesta compleja. Distintas cosas son las más importantes en diferentes momentos.



Planificación de la práctica

Lo siguiente en la lista es la planificación de la práctica. Por un lado, tenemos entrenadores que hacen tres ejercicios o tres juegos consistentemente. Cómo los aplican en una práctica puede ser diferente. Dónde enfocan las cosas en función de lo que quieren que el equipo trabaje puede ser diferente. Pueden usar diferentes sistemas de puntuación para el juego día a día. Sin embargo, tienen básicamente el mismo conjunto de actividades que tal vez mezclen un poco, pero que también utilizan consistentemente.

Por otro lado, tienes la filosofía de Jan De Brandt. Él nos dijo, “Yo nunca di el mismo entrenamiento en mi vida.” Cada día su práctica será diferente. Esto obviamente no quiere decir que él no utilice las mismas actividades, ejercicios y juegos y demás. Sin embargo, comienza desde cero todos los días, con la idea de que está proporcionando un nuevo conjunto de estímulos de esa manera. Si está cambiando lo que está haciendo día tras día, entonces está forzando a los jugadores a adaptarse de una manera diferente.
Teri Clemens estaba esencialmente en la misma línea cuando hablaba acerca de que le gustaba inventar nuevos juegos y ejercicios. Ella dijo, “No me gusta guardar ejercicios porque me gusta que estos sean nuevos y atractivos cada día.” Esto es en parte algo personal, porque Teri dijo que se aburriría si siguieran haciendo lo mismo una y otra vez. Sin embargo, en parte se debe a la influencia que podría tener en sus jugadores. Ella habló sobre cómo les gustó a algunos de los jugadores.

Probablemente el 50 por ciento de ellos estaba muy entusiasmados de que hubiera un nuevo ejercicio y el resto solo quería sus favoritos, pero creo que es realmente importante mantenerlo nuevo y fresco constantemente.

Mick Haley, en cambio, tiende a estar en el otro extremo. Él tiene una colección de cosas que hace, y eso es lo que hace. Es en dónde enfocan su atención lo que cambia día a día.
Éste es un tema de entrenamiento interesante porque por un lado, a los jugadores les gustan las rutinas. Les gusta tener algo de certeza en su día —qué es lo que van a hacer y cuándo lo van a hacer. En cierto sentido, así es como los jugadores de todos los deportes son formados. Que tengan horarios, con programas y listas de cosas. Definitivamente hay un elemento de rutina que representa una ventaja.

Por otra parte, sin embargo, cuanto más se convierte algo en una rutina, menos atención se le presta. Cambiar las cosas día a día mantiene a los jugadores atentos a lo que tienen que hacer. Significa que ellos tienen que estar pensando todos los días —cada práctica— acerca de qué es lo nuevo.

Ambos lados de esa ecuación, por decirlo así, son importantes y útiles.


Métodos de entrenamiento

Con el número 4, los métodos de entrenamiento es otra área en donde los Magos difieren. Giovanni Guidetti lo describe bastante bien, como lo hace con muchas otras cosas.
Cuando McGown habla sobre voleibol muestra seis, siete entrenadores sobre cajas atacando sobre la red y dice que en los Estados Unidos nunca hacemos esto. Luego viajas a Brasil y vas a ver el entrenamiento de Bernardinho y ves para 3 jugadores 10 entrenadores todos en las cajas y jugando de esta manera.

Entonces miras la historia del voleibol, quiero decir que no tengo el número exacto, pero digamos que los Estados Unidos tienen 20 medallas de oro, Brasil tiene 20 medallas de oro. Todo lo que pueden decir unos de otros que están equivocados tienen razón, tienen razón están equivocados, tú sabes. Y esto sucede porque están viendo el voleibol de una manera muy diferente. Si colocas a los rusos, ellos lo verán de otra forma distinta y están ganando.

Giovanni menciona a Carl McGown como alguien con ideas muy específicas de cómo se deben hacer las cosas. Esto se refleja en cómo entrenó a BYU y cómo asesoró y entrenó y asistió al Equipo Nacional Masculino de los Estados Unidos. En su entrevista comparó su filosofía con lo que vio que sucedía con el equipo Femenino de los Estados Unidos.

Una impresión duradera es Toshi (Yoshida) y Kevin Hambly montados sobre mesas atacando balones a sus chicas, y lo hacían de tal forma que realmente se veía impresionante. Atacaban de esta manera, y luego atacaban de aquella manera, y luego venía uno de aquí, luego venía otro de allá. Lo mirabas y pensabas, “Guau, esta es realmente una práctica impresionante,” pero lo que estaba sucediendo es que estaban de pie sobre mesas atacando balones a sus chicas, lo cual por supuesto no es lo que creemos que es enseñar a defender.

Nosotros estaríamos de nuestro lado de la cortina y estaríamos jugando voleibol de una forma u otra, y ellas difícilmente alguna vez jugarían voleibol. Ellas solamente defenderían los balones que sus entrenadores les atacaran.

El argumento que Carl plantearía es que cuando habla sobre la especificidad del entrenamiento y la filosofía “el juego enseña al juego” que él abrazó por mucho tiempo, se refería a mejoras marginales. Se trata de obtener un 1% extra. Pero ese 1% tiene un efecto acumulativo.

Le gustaba argumentar que los Estados Unidos no tienen un vasto grupo de jugadores en la rama masculina del juego, comparado a un grupo masivo en la rama femenina, pero esto es harina de otro costal. La rama masculina es un grupo relativamente pequeño —incluso aún más pequeño que en algunos países que no son tan fuertes en voleibol. Sin embargo, debido a que siguieron esos principios científicos muy de cerca durante todos estos años, han sido capaces de ser bastante exitosos. Ese es su punto de vista.
Como Giovanni señala, sin embargo, hay muchas personas que argumentan tomar un enfoque diferente.

¿Equipo A contra equipo B en la práctica?

A continuación tenemos al equipo A contra el equipo B en los juegos de práctica. Definitivamente tenemos un par de perspectivas diferentes sobre esto. Algunos entrenadores dividen el equipo y quieren tener a sus titulares practicando juntos tanto como puedan. Esto mayormente proviene de la filosofía de que cuanto más trabajan juntos, más cohesionados estarán como una unidad cuando llegue el momento del partido.

Marilyn McReavy-Nolen es un ejemplo de éste estilo. Ella dice que pone a su equipo A contra su equipo B regularmente. Además, ella usa el lado B como una especie de equipo scout para tratar de replicar lo que la próxima competencia probablemente haría contra ellos
.
Teri Clemens fue otro Mago en éste bando. Aquí está su perspectiva.
No creo que haya ninguna ventaja al no jugar con tu equipo junto, pero lo que yo hice fue agregar entrenadores asistentes que eran jugadores masculinos muy fuertes al equipo B.
Creo que tu objetivo tiene que ser progresar en ese equipo A y tienes que darles la oportunidad de jugar juntos.

La filosofía de éste enfoque es que cuanto más trabajen juntos —ya sea en grupos de dos, tres, cuatro o seis— mejor trabajarán juntos. La comunicación entre jugadores se desarrolla más rápidamente. Esto es particularmente cierto en la comunicación no verbal, inconsciente.
 Los jugadores desarrollan más rápidamente la comprensión de lo que alguien está a punto de hacer.

Otros entrenadores toman un enfoque diferente. En su mayoría tratan de dividir a los jugadores y tener equipos más balanceados cuando juegan en el entrenamiento. Paulo Cunha es uno de los Magos en éste bando
.
Los mezclo la mayor parte del tiempo… Por supuesto, siempre hay un seis inicial, pero no en la práctica.

Uno de los argumentos para éste enfoque es que nunca estarás seguro de lo que sucederá en el transcurso de la temporada. Puedes tener a algún jugador que se lesione. Puede que alguien se enferme o se ausente por una u otra razón. Eso va a forzar a un no-titular a convertirse en un titular. Si no han jugado con los titulares en lo absoluto, entonces es una situación complicada, y puede que no salga tan bien como podría. Mientras que si hubieran practicado juntos como una unidad amplia, en vez de un grupo contra otro grupo, entonces es mucho más fácil para ellos intervenir directamente.

Otro argumento para no ir A contra B es que puedes emparejar a tus jugadores más fuertes para jugar uno contra otro en la práctica de modo que tengan mayores desafíos. Por ejemplo, puedes emparejar a tus mejores atacantes contra tus bloqueadores y/o defensa más fuertes y viceversa.

Un último argumento para tener un juego mixto es la armonía grupal. Esto en el sentido de que si haces una división clara entre el primer equipo y el segundo equipo eso necesariamente crea una división en el grupo. En el transcurso de la temporada eso puede definitivamente tener efectos negativos en el estado de ánimo general del grupo. Aun si los jugadores pueden aceptar conscientemente sus roles, y estos roles son claros, y todos están en la misma página, todavía afecta la mentalidad de las personas y la forma en la que encaran su trabajo diario a lo largo del tiempo.

Luego está Arnie Ball, quien combina ambos enfoques.

Yo hice ambas cosas. Sentí que era muy importante que nuestros mejores jugadores jugaran contra otros mejores jugadores, y luego por supuesto debes unir a tu equipo, por lo que tienes que darles algo de tiempo para hacer eso. Imagino que podrías decir que perjudiqué mucho a nuestro equipo A. Haciéndoles muy difícil ganar y si perdían, corriendo sus traseros un par de segundos después. Efectivamente hice una combinación de ambos, era realmente solo una cuestión de lo que sentíamos que necesitábamos ese día, o quizás esa semana. No tenía importancia si era en la ofensiva o en la defensa o la buena ala izquierda, ya sabes, vamos a enfrentar un gran bloqueo el próximo partido, así que ponemos a nuestros mejores bloqueadores contra nuestra buena ala izquierda, y ellos pueden jugar contra ese mejor bloqueo.

Arnie no está solo en esta categoría. Varios de los Magos hablaron acerca de estar principalmente en un bando, pero admitieron que a veces lo hicieron de la otra manera. Probablemente se pueda encontrar un equilibrio entre los dos enfoques. Es una cuestión de balances.

Selección del capitán del equipo

La siguiente área en donde los Magos difieren es en la selección de los capitanes del equipo. Esto esencialmente cubre casi todas las formas posibles en que los entrenadores pueden elegir sus capitanes, incluyendo no elegirlos realmente. Tom Turco está en éste último grupo. Él dice, “Si estás en el último año de este equipo y has pasado por el proceso y estás en buena posición, eres un capitán, ¿de acuerdo?” Esto obviamente puede llevar a tener varios capitanes a la vez. Tom bromea en su entrevista diciendo que una vez le dijo a un oficial en un partido que nunca tendría más capitanes de equipo que los campeonatos estatales que tiene (actualmente 18). El factor importante en esto, sin embargo, es que Tom siente que el proceso que él tiene desarrolla el liderazgo en los jugadores a lo largo de sus años en el programa.

Mike Lingenfelter también adopta un enfoque bastante relajado para la selección del capitán. “Créase o no, nunca nombré ni voté a un capitán,” dice. Comparte una mentalidad similar a la de Tom al decir
:
Tus chicos saben quién es el capitán sin que tú lo elijas, sin que te comprometas o sin que le coloques una “C” en su pecho. Ellos lo saben. Nueve veces de cada diez, se molestan si eliges al ganador equivocado.

Su compañero, el entrenador de escuela secundaria Tod Mattox, efectivamente hace una elección de jugadores para capitanes. Con un pequeño giro, sin embargo. En lugar de hacer la elección al principio de cada nuevo año, lo hace al final de cada temporada para el año venidero. E incluye a sus alumnos de último año en el proceso.

Parte del legado de nuestros alumnos de último año es su voto para los capitanes del año siguiente. No queremos novatos entrando y votando por el capitán. Ellos no conocen a la gente. No han visto a estos chicos bajo presión. No los han visto en su peor momento. Nuestros alumnos de último año sí. Ellos han visto a los de tercer año, que indefectiblemente se convertirán en capitanes, en sus mejores y también en sus peores momentos, por lo que pensamos que sus votos significan algo.

Por otro lado, tienes a alguien como Joel Dearing que tenía un enfoque realmente interesante en lo que respecta a los jugadores.

Esencialmente, fuimos hacia una forma completamente nueva de hacer capitanas, y comenzó eventualmente con un proceso donde habría un día en el que tendrías que auto-nominarte. Literalmente te pararías sobre la línea final —usualmente en nuestra temporada de primavera para las mujeres— y yo diría, ‘Hoy es el día en que comienza la selección de capitana. Ve a la línea final. Ahora desde la línea final, si quieres ser una capitana, da un paso al frente y anuncia a tus compañeras de equipo cual será tu rol. Ponlo en palabras. No des solo un paso al frente, di yo quiero ser una capitana. Da un paso al frente y dile a tus compañeras de equipo qué es lo que vas a aportar.’

Después que las jugadoras se auto-nominaban había una votación. Joel luego trabajaba con la capitana seleccionada para ayudarla a desarrollar sus habilidades de liderazgo.
Jenny McDowell también habló sobre el uso de un proceso de votación para ayudar a identificar capitanes. En su caso, sin embargo, los votos solo actuaban para proporcionar información del equipo al proceso de selección. Ellos no elegían a los capitanes directamente.

… les decimos, cuando voten, lo tendremos en cuenta pero en última instancia el cuerpo técnico decidirá. Porque creo que es muy, muy importante escuchar lo que tienen que decir. Por otro lado, creo que como cuerpo técnico sabemos lo que estamos buscando y lo que ese equipo en particular necesita.

Teri Clemens dijo que ella adoptó un enfoque similar.

Creo que la pericia del entrenador tiene que ser parte del proceso. Me gusta que los jugadores hagan su aporte de modo que así es como lo hice. Dejaría que los jugadores votaran cada uno a dos personas que pensaban que serían grandes líderes y repasaríamos las cualidades que pensábamos que deberían poseer, mi aporte y el de los jugadores sobre qué cualidades deberían poseer. Luego cada uno votaba a dos personas. Luego mi asistente y yo elegíamos al capitán o capitanes así que podía ser uno, dos o tres dependiendo de lo que nosotros como entrenadores pensábamos que deberíamos tener.

Terry Pettit dijo que de hecho fue tan lejos como para reducir las cosas muy específicamente.
Tenía una visión, si la armadora no era la capitana de tu equipo, tenías armando a la jugadora equivocada. Es como si no quisiera descubrir que el auxiliar de vuelo era el capitán en un avión. En otras palabras, es porque esa persona está tomando tantas decisiones, y porque tiene que haber trabajado mucho para jugar en esa posición, y porque la gente tiene que confiar en ella que, algunos años, tuve múltiples capitanas, pero la armadora siempre fue una de las capitanas.

Peggy Martin tiene en realidad una estructura de liderazgo en dos partes para su programa. Una parte es un concejo elegido por el equipo. Se forma al final de cada temporada para los próximos 12 meses. “… Ese concejo de hecho trata con problemas que pudieran estar teniendo dentro del equipo antes de que me los traigan a mí,” señala. Junto con el concejo, Peggy también tiene capitanes de equipo. Son elegidos al comienzo de la temporada.
Hablando sobre el sistema, Peggy señala:

… los capitanes de equipo en nuestro nivel generalmente son nuestros alumnos de último año, básicamente porque ellos son los que tienen más dominio del equipo. El concejo se divide entre hombres de clases altas y hombres de clases bajas, así que hay una mezcla allí de aquellos que están en contacto. Los de último año van a estar más al tanto de lo que pasa con los de tercero y último año. Los de segundo año serán más conscientes de lo que está pasando con los de segundo y los novatos, así que tenemos una buena mezcla allí.

El liderazgo de equipo es siempre una discusión interesante. En gran medida, los jugadores eligen al capitán. Al menos de manera inconsciente o informal, ellos eligen a su capitán.
 Casi siempre hay uno o dos jugadores que de alguna manera se convierten en el centro del equipo. Con suerte eso será algo positivo. Se convierten en el centro positivo del equipo y luego puedes usar a uno de ellos como capitán, o tener co-capitanes. Si es algo negativo entonces probablemente tengas algunos problemas con el equipo incluso antes de comenzar.

Esto introduce el tema de nuestra próxima área de divergencia.


Actividades de construcción del equipo

Construcción del equipo es la última de las ocho áreas principales en donde vemos a los Magos divergir en sus métodos. Definitivamente tenemos entrenadores que se involucran en hacer cosas específicas para influir en la vinculación del equipo. Un ejemplo clásico de un enfoque basado en la experiencia es el de Doug Beal llevando al Equipo Nacional Masculino de los Estados Unidos de 1984 a una experiencia Outward Bound. De esto se ha hablado durante décadas —positiva y negativamente. En términos de algo más continuo, Tom Turco habla en su entrevista sobre cómo ha utilizado durante muchos años un cierto libro como estructura para un programa de ejercicios de construcción de equipos fuera de la cancha.

Sin embargo, entre los Magos surgió un aspecto interesante sobre la construcción del equipo. Sue Gozansky fue una de las primeras en expresar esta perspectiva:
Creo que el éxito del programa está basado en tus prácticas y es entonces cuando ves más a los jugadores. Allí es cuando tienes la mayor influencia sobre ellos. El éxito se construye con buenas prácticas. Dentro de esa práctica, estás construyendo ese concepto de equipo con todo lo que haces. Es realmente difícil ser específico en ello, pero los entrenadores piensan muchas veces que la construcción de un equipo es hacer algunas de esas actividades de integración en donde los jugadores salen socialmente y hacen cosas divertidas juntos, que para algunos equipos es realmente importante. Para otros equipos, realmente no es tan importante. Creo que construir un equipo, lo haces en la práctica por la forma en que diriges tus prácticas
.
Su visión de que la construcción de equipo más importante que haces con el equipo es todo lo que haces cada día es compartida por Axel Büring:

Es muy moderno ir a una colina o conducir por un río, algo así. Yo también lo hice, pero la construcción del equipo es cotidiana cuando el equipo está junto. Para los periodistas, lo que está en la colina o en el río es más interesante, pero la construcción del equipo es permanente… continúa desarrollándose.

Garth Pischke tiene una perspectiva similar:

Siento que cada pequeña cosa que hacemos se orienta hacia el concepto de equipo y la construcción de una base que nos da seguridad cuando pisamos la cancha. Ya sea a través de ejercicios o lo que sea que hagamos confiamos en los atletas que tenemos a nuestro alrededor, y en el cuerpo técnico que nos acompaña, y en lo que vamos a hacer en la cancha. Creo que ha sido un verdadero beneficio para nosotros, no tener que ir a sentarnos en algún lugar a escuchar a alguien durante dos horas hablándonos de metas, etc. Hacemos eso diariamente y cada hora en el gimnasio en nuestras prácticas o dondequiera que estemos.

La manera en que Sue y los otros expresan sus puntos de vista sobre la construcción de equipos está alineada con lo expresado por Craig Marshall sobre la habilidad más importante de entrenamiento en términos de simplicidad y elegancia.


TO BE CONTINUED......

miércoles, 7 de agosto de 2019

¿CÓMO DAR UN SALTO DE CALIDAD?


Muy buenas a tod@s

Cuando comenzamos a leer documentación para poder desarrollar las anteriores entradas sobre Metodología y Didáctica en el Voleibol, tuvimos la fortuna de encontrar esta publicación de Juan Manuel Cichello (Congreso Internacional Valladolid 2018) en la Asociación Uruguaya de Entrenadores de Voleibol. Parte I y Parte II.

Agradecer a ambos dichos aportación en la redes, de la cual ahora nos hacemos participes.

Su historial en la web de la LEGAVOLLEY lo hemos ampliados con sus logros:






 Es el momento de disfrutar de sus palabras:

“Poca agua y mucho fuego. Para cambiar y mejorar un jugador o un equipo se necesita en el entrenamiento de muchas repeticiones en poco tiempo”

¿Alguna vez se han preguntado cómo comportarse para que su equipo dé un salto de calidad? 
Quiero intentar explicar éste concepto con una anécdota personal, de modo que se pueda entender mejor la idea de algo que normalmente todos los entrenadores utilizan en la dialéctica, pero que no es tan fácil como parece poner en práctica.
Julio Velasco venía a veces a ver el entrenamiento del primer equipo cuando lo dirigía Jon Uriarte y cuando lo conocí le pedí para hablar de voleibol. Un día le pregunté si quería quedarse a ver uno de mis entrenamientos para poder criticarlo duramente. Aceptó muy amablemente. Le dije que quería dar un salto de calidad en nuestro cambio de saque porque el ataque de nuestro opuesto no era efectivo y todos los adversarios se organizaban para intentar detener a nuestro central y punta.
Luego, después de presentar a Julio a los jugadores (y algunos ni siquiera lo conocían, aunque yo no lo creía…), empecé. Vio toda la sesión de entrenamiento y, gracias a su presencia, los jugadores obviamente pusieron en la cancha mucha más energía y disposición. Al final estaba contento y muy confiado, porque el ritmo y la actitud de los jugadores habían sido excelentes, así que me acerqué a Julio e inicié un diálogo.
·         Yo: “¿Qué te parece?”
·         Velasco: “¿Cuántas veces atacó el opuesto en el cambio de saque?”
Yo no sabía cuántos ataques había hecho e inmediatamente me puse nervioso, pero dije un número aproximado, 32, ya que habíamos entrenado para que todos los opuestos atacaran en el cambio de saque.
·         Velasco: “No, sólo 15: 9 el opuesto de un lado de la red y 6 el del otro”.
Él los había contado y yo no (más tarde revisé el video del entrenamiento y no sólo las repeticiones eran pocas, sino que en esos ataques sólo habían hecho tres puntos cada uno). Luego me hizo una pregunta.
“¿Qué es un salto de calidad?”.
De repente me puse muy nervioso. Pensé por unos segundos y dije: “Algo que no funciona y tenemos que hacerlo mejor”.
·         Velasco: “No, ¿qué es un salto de calidad?”
A estas alturas, la alegría y la satisfacción por el entrenamiento que habíamos hecho habían desaparecido. Al mismo tiempo estaba dominado por los nervios y la tensión. Velasco me había hecho una pregunta y no sabía qué responder. Le dije inseguro: “Ser capaz de aprender algo que no puedes hacer”.
·         Velasco: “No”.
Mi tensión estaba por las nubes y me sentí como un idiota. Permaneció en silencio un momento, pero para mí fue una eternidad… entonces me dijo:
“¡Es cambiar de estado!”
Y añadió: “¿Cómo cambia el agua?”
Conocía la respuesta, pero con un enorme temor de responder mal, le dije tartamudeando: “Si la pones a hervir, se evapora”.
·         Velasco: “¡Exacto! Ya no es más agua, es vapor, es otra cosa”.
Y empezó esta explicación que, desde ese día, utilizo en todos los cursos que hago y en todos los equipos que entreno.
“Si pones mucha agua en una olla grande a fuego lento, tardará mucho tiempo en evaporarse, pero si pones un poco de agua en un recipiente pequeño con mucho fuego, ¡evapora inmediatamente! ¿Crees que 9 y 6 son suficientes ataques para poder dar un salto de calidad?”
Sólo moví la cabeza diciendo que no, sin hablar, sin decir nada. No quería equivocarme más.
Luego continuó diciéndome que lo que hacemos en los entrenamientos es lo que nos pone en condiciones de dar un salto de calidad: tenemos que aumentar las repeticiones ganadoras de lo que queremos mejorar para poder cambiar.
Desde ese día he cambiado la forma en que pienso y planeo mis entrenamientos, he dejado de hacer un poco de todo. Todos los días y en todas las sesiones que hicimos en esos años, por ejemplo, nuestros opuestos tenían que ganar 10 puntos en el cambio de saque (para alcanzar eso, obviamente, las repeticiones aumentaron de 20 a 25 al día para cada uno).
Luego intentamos jugar una pelota muy rápida para aumentar la eficiencia y logramos dar un pequeño salto de calidad, porque es cierto que ese año ganamos por primera vez en la historia simultáneamente los Campeonatos Sudamericanos de Juveniles y de Menores venciendo a Brasil por 3-1 en Brasil y que ambos equipos ganaron la medalla de bronce en los Mundiales de 2009, pero no pudimos, a pesar de todo ese trabajo, hacer crecer a ese opuesto que el primer equipo está buscando aún hoy.
Antes de empezar a dar consejos
Sé que sobre todo los entrenadores jóvenes esperan la receta mágica que revela el secreto para dar el salto de calidad de sus equipos y lamento informarles de que no se las daré. No porque la tenga y no quiera compartirla, sino porque he aprendido que no hay una receta universal, porque todo depende de la realidad de cada equipo, del torneo en el que participe y de los momentos en que suceden las cosas en el juego. Estos factores permiten entender y, en consecuencia, elegir qué entrenar y cómo hacerlo. También aprendí que no existe un único método y que, afortunadamente, el voleibol no es una religión. Si profesas una, no puedes ser de ninguna otra. Hoy en día no veo el voleibol absoluto, aunque en la historia a menudo se ha identificado con el pensamiento de un entrenador o de otro.
También he tenido la suerte de haber viajado mucho, he visto cómo se entrenan los equipos en muchos lugares del mundo y he llegado a la conclusión de que hay métodos diferentes que pueden tener éxito, aunque no los comparta y no me gusten. Pero si los critico o los juzgo inmediatamente, tal vez pierdo la oportunidad de aprender o tomar algo importante de esa experiencia.
Por ejemplo, el método de entrenamiento de las selecciones de Estados Unidos es completamente diferente al de la selección masculina brasileña dirigida durante muchos años por Bernardinho, pero ambas han logrado saltos de calidad notables en sus equipos y nunca me atrevería a decir que los métodos utilizados eran erróneos.
Vuelvo a citar a Velasco y admito que le “robé” muchas ideas y conceptos: no me parece correcto hacerlos parecer míos. Como saben, trabajé con él y tuve la enorme oportunidad de ver y experimentar de primera mano cómo se las arregló para dar el salto de calidad con la selección masculina iraní. Me contó que en la historia del voleibol todos los equipos que tuvieron la supremacía durante mucho tiempo (Copas del MundoMundialesJuegos Olímpicos ganados consecutivamente) como Rusia en 1978 y en 1982, los Estados Unidos de 1984 a 1988, su Italia de 1990 a 1998 y Brasil de 2002 a la fecha, tuvieron diferentes formas de montar la preparación física, de entrenar y de jugar voleibol. ¿Y entonces? ¿Cuál es el mejor método? ¿Cómo lo elijo?
Tenemos que partir del juego y esto nos enseña también a observar que hay muchos factores que influyen en el resultado final, que no existe una sola verdad o un método único, ¡sino que todos esos equipos han jugado con más calidad y eficiencia que los adversarios de su época!
Digo esto porque es muy importante tener una mente abierta para poder adaptar a la realidad las sugerencias que ahora voy a describir.
¿Cómo podemos cambiar a las personas?

Hoy la ciencia y la medicina, a través de la neurociencia, han demostrado ser mucho más precisas que antes: sabemos mejor cómo funciona nuestro cerebro y cómo se producen los cambios en los seres humanos. Obviamente no soy un experto en la materia, pero soy una persona curiosa que trata de entender con un poco más de profundidad los fenómenos causados en nuestros cerebros y cómo aprendemos o cambiamos algo. Impulsado por esta gran curiosidad, leí (cito la bibliografía al final para que también puedan consultarla), busqué y me relacioné con algunos especialistas en el campo que confirman y demuestran que cualquier cambio es posible. Se trata simplemente de un objetivo que no es fácil de alcanzar y requiere compromiso y dedicación.
Nuestro cerebro, que nunca deja de trabajar y que controla acciones, sentimientos y emociones, para optimizar su trabajo intenta hacer siempre el mínimo esfuerzo, no por pereza sino para ahorrar energía. Cuando se repite algo muchas veces, la mielina que cubre las conexiones entre las neuronas aumenta. Cuanto más realizamos la acción, más mielina ayuda a que la conexión sea rápida y eficiente. A medida que la conexión aumenta, la respuesta también es más rápida y podemos ejecutarla automáticamente, casi sin pensar.
Esto ayuda al cerebro a ahorrar energía para un mecanismo ya conocido y a utilizarla para otra función. Anteriormente se pensaba que cambiar una técnica mal aprendida era casi imposible, porque se pensaba que dejaba una huella motora difícil de modificar. Hoy se ha demostrado que no lo es. Podría ser complicado, por supuesto, porque tendremos que crear una nueva conexión neuronal que, al principio, como toda cosa nueva que hacemos, necesitará de toda nuestra atención.
Lo haremos con torpeza, cometeremos errores y tenderemos a responder como antes. Al principio esa nueva conexión será muy débil y necesitará de muchas repeticiones y errores, pero conseguir aumentar los niveles de mielina convertirá ese pequeño hilo inicial en un gran cable de acero en el cual la información viaja muy rápidamente y nuestra respuesta será aún más eficiente. Esto significa que no es la huella anterior la que se corrige, sino que se crea una nueva y esto es fundamental para tener la certeza de que el cambio es posible.
Por supuesto, también está comprobado que nadie logra cambiar o aprender si piensa que no le interesa o que no lo necesita. Crear esa necesidad de cambio en nuestros jugadores, a veces, es el punto más importante para lograr el éxito en nuestro trabajo. A algunos jugadores profesionales con más experiencia, ya consagrados e idolatrados, los cambios les cuestan más que a los otros por esta misma razón, porque consideran que no los necesitan: la gente los ama, ganan dinero, ¿por qué deberían cambiar?
Otro factor que influye en la posibilidad de hacer un cambio es el entorno, son los valores y las creencias que tenemos, cómo pensamos nuestra realidad: estos factores condicionan profundamente nuestra forma de reaccionar frente a las situaciones.
Si creemos que las cosas suceden por destino, que somos formas talladas en una piedra, que un atleta es fuerte o no lo es, que tiene o no tiene talento, que una persona nace genio o que si hubiese tenido un alto coeficiente intelectual sería inteligente o sino no, a estos jugadores el cambio les costará aún más porque tienen lo que Carol Dweck llama una “forma de mente estática”.
Obviamente no todos son iguales y tienen la misma capacidad, no todos pueden ser Einstein o Messi, pero cualquiera puede entender que con esfuerzo, dedicación y compromiso se puede lograr el mejor resultado personal. Mostrar interés en aprender, crecer y cambiar a través de la aplicación y la experiencia significa para la misma autora tener una “mente dinámica”. Como dije antes, no se trata de blanco y negro, de tener una mente estática para todo o una dinámica para todo. La diferencia está en la forma en que lo pensamos o en cómo nuestro sistema de valores y creencias es capaz de cambiar cada una de las situaciones que se presentan, porque si éste último es más fuerte que lo nuevo que se nos propone, el cambio nunca llegará.
El cambio requiere dinamismo. El cerebro piensa, intenta y lo hace de nuevo. Por esta gran razón es importante lo que los estadounidenses llaman feedback positivo. Debemos generar un sentimiento positivo, recordar que pedimos un cambio, algo que nuestro jugador no sabe, que no hace bien, en lo cual se equivoca, algo en lo que no se siente seguro.
A un niño que aprende a caminar no le decimos: “¡LEVÁNTATE! ¿CÓMO LO HACES? ¡ES FÁCIL! ¡UN PIE DESPUÉS DEL OTRO Y VERÁS QUE ES UNA ESTUPIDEZ!” Lo animamos incluso si se cae, incluso si se golpea, incluso si sufrimos porque podría resultar herido. Y él continúa, insiste, persiste y al final tiene éxito incluso después de cometer errores.
A nadie le gusta estar equivocado o vulnerable frente a sus compañeros de equipo o sus adversarios, por lo que la creación de estas nuevas conexiones debe tener lugar en el contexto del entrenamiento, creando el clima y la atmósfera para el aprendizaje, reconociendo que cometer errores es la forma de aprender, errar y repetir, tener feedback y repetir de nuevo. Por supuesto que hacemos todo esto para que el cambio pueda ser aprovechado durante el juego, pero es un proceso que hay que hacer en el entrenamiento.
“Mejorar no es imposible. Se necesita perseverancia, determinación y los entrenadores deben conocer la técnica y la situación que quieren cambiar”.

Intentaré enumerar los aspectos a tener en cuenta para elegir qué hacer y cómo conseguir el famoso salto de calidad.

1. Diagnóstico
2. Elección
3. Programa
4. Evaluación y 
feedback
5. Conclusión

Diagnóstico

Lo primero que tenemos que hacer en todos los niveles es entender, a través de un diagnóstico verdadero y completo, qué tipo de voleibol tenemos que jugar en el torneo en el que participamos.
·         ¿Cuáles son las cosas que pasan muchas veces en un partido?
·         ¿Cómo se desarrollan las acciones, cómo es la correlación en el tiempo?
Necesitamos saber muy bien cómo es un partido y no hablo solo de las estadísticas de rendimiento o de la actuación de los jugadores. Tenemos que saber qué hacer con esta información, cómo hacer para que mi equipo mejore la eficacia del cambio de saque en un 10%. ¿Dejamos a la capacidad de los jugadores la solución al problema de aumentar éste porcentaje o creamos diferentes opciones, sistemas y variaciones de juego y las entrenamos para lograr nuestro objetivo?
Por ejemplo:
·         ¿cuántas veces recibimos para poder atacar en primer tiempo?
·         ¿Cuántas veces jugamos en primer tiempo?
·         ¿Cuántas veces lo hacemos durante un set?
·         ¿Y cuántas veces lo hacemos en el entrenamiento?
En los últimos Juegos Olímpicos de Rio 2016, el promedio de ataques realizados por los ocho mejores equipos fue de 25,28 por set, de los cuales 13 fueron puntos (52% de #). De esos ataques, 15,78 por set fueron hechos después de una recepción, en la fase de cambio de saque, con un rendimiento de 8,65 puntos por set (54% de #) y 9,50 en contraataque con un promedio de 4,36 puntos por set (45% de #). Eso significa que el 62% de los ataques se realizan después de una recepción y el 38% en la fase de contraataque. Estos datos nos dicen que en el 60% de nuestro entrenamiento tenemos que ocuparnos de la fase 1 y en el 40% de la fase 2.
Recordando que es un promedio de los primeros ocho equipos de los Juegos Olímpicos, de esos 15,78 ataques realizados después de una recepción sólo 4,62 por set fueron por el centro y sólo dos equipos, Brasil e Irán, excedieron los 5 ataques por el centro en cada set. Los centrales en general atacan sólo el 29% del volumen de cambio de saque de los equipos, incluso si la eficacia es superior al 61% (Rusia ha tenido una eficiencia superior al 73%, de 97 ataques ha hecho 74 puntos —77%— con sólo tres bloqueos sufridos y sin errores).
Mensaje para los entrenadores de jugadores principiantes: si quieren poner lo más alto en el centro, por supuesto que no puedo impedirlo, pero asegúrense de que también atacan algunas pelotas más lentas en el centro y no solamente en primer tiempo, especialmente en las categorías juveniles. ¿Cuántas veces atacarán estos niños en un partido y cuánto tiempo tardarán en desarrollarse?
Continuando con el cambio de saque, sólo 1,37 de las pelotas son atacadas en pipe (menos del 9% del volumen) con una eficiencia del 62%. Es decir, que el 62% del cambio de saque se realiza con ataques de punta. Sólo 2,24 ataques por set son pelotas altas (14% del volumen total) con un rendimiento de 0,82 por set. Por lo tanto, el atacante de zona 4 atacó el 31% del volumen con 4,9 pelotas por set, el de zona 2 el 20% del volumen con 3,15 pelotas por set y el 11% para el de zona 1 con 1,74 ataques por set.
Repito, éste es el promedio de las ocho mejores selecciones de los Juegos Olímpicos. Obviamente hay equipos que tienen cantidades mayores en una zona respecto a otros o diferencias en el tipo de pelotas que atacan ligadas sobre todo a la habilidad de los armadores.
Con los niños,
·         ¿cuántas veces hemos recibido y hemos podido armar y atacar?
·         ¿O cuántas veces hemos recibido bien pero no hemos podido atacar?
·         Cuando no lo hicimos, ¿fue a causa de un mal armado o de un error del atacante?
No estoy hablando sólo de hacer un punto, sino de enseñar el juego, de aumentar la posibilidad de completar con éxito una acción o de acercarse a hacerlo. Está más que demostrado que esta es la fase principal de nuestro deporte y es por eso que se llama Fase 1: recepción, armado y ataque.
Sólo debemos controlar cuánto varía según la categoría y el nivel en el que nos encontremos (sin duda, si aumenta el rendimiento en el cambio de saque crecen también en consecuencia las posibilidades de éxito. Recordemos: ¿qué tenemos que hacer la mayor parte del tiempo después de pedir un tiempo fuera? Un cambio de saque).

Elección

En la identificación de la situación a cambiar y en la definición de la prioridad cuenta sin duda el ojo del entrenador, recordemos: ¡poca agua y mucho fuego! Por supuesto, existe un criterio para hacer las elecciones. No es lo mismo si hablamos de un gesto que no sabemos hacer en absoluto o de un defecto que debemos corregir, o incluso de algo que ya hacemos bien pero que podemos hacer en forma excelente de modo que se convierta en un punto fuerte del equipo, en una virtud. Me inclino a elegir estas últimas situaciones que nos transformen “en otra cosa” lo antes posible, en parte porque si es un aspecto del juego que los jóvenes ya conocen pero que pueden manejar aún mejor, la motivación y la dedicación de los jugadores serán mayores.
Claramente, deberá ser una situación que se repita muchas veces durante un partido. No daremos un gran salto de calidad si mejoramos algo que ocurre una vez cada tres rallies. Podemos mejorarlo, pero no nos hará diferentes de lo que éramos antes.
Debemos aprender a identificar, definir bien y elegir: ¿cuál es la situación que, si se mejora, nos permite transformar a un jugador o a un equipo? Mi consejo es intentar con una o dos situaciones para cada jugador y dos o tres situaciones de equipo.
Obviamente, esta elección debe ser comunicada, compartida y explicada a los jugadores individualmente y al grupo.
·         ¿Por qué deberíamos cambiar éste aspecto de nuestro voleibol?
·         ¿Qué beneficios obtendremos?
·         ¿Cuáles serán las dificultades?
·         ¿Y cómo lo vamos a hacer?

Programa

Aquí voy a profundizar en los métodos de entrenamiento y algunos ejercicios como instrumento para lograr el objetivo. ¡Se trata básicamente de cómo vamos a hacer el cambio!
Los tipos de ejercicios son diferentes:
A. Global
B. Sintético
C. Analítico
D. Superanalítico

Ventajas y desventajas de los ejercicios

La ventaja del ejercicio global es que el jugador se entrena en una situación real: es sin duda el mejor método, lo más cercano a jugar un partido. Tiene como desventaja la pequeña cantidad de repeticiones que los jugadores pueden hacer. Los otros ejercicios nos permiten un mayor número de contactos, pero se alejan más de la situación real y los ejercicios analíticos carecen de la parte más importante que es la identificación de la situación y de la decisión.
Un jugador es bueno cuando elige la mejor solución para la situación que se le presenta.
Me gustaría volver sobre las diferencias que he mencionado antes sobre los métodos de las selecciones. La norteamericana se basa en el aprendizaje motor y sus claves. Identificar la situación, decidir y elegir la solución, ejecutar el golpe, recibir feedback a través de claves y ejecutarlo nuevamente. Es un sistema en el cual todo tiene que hacerse como en el juego.
Los norteamericanos son los creadores del método global en el que la técnica se entrena y se aplica sólo en la situación de juego, casi sin ejercicios analíticos y en ausencia de elementos externos en el entrenamiento (mesas, plataformas, máquinas lanza pelotas para el saque, etc.). La gran mayoría de los ejercicios es una competición con una puntuación. Los norteamericanos hacen un solo entrenamiento largo por la mañana, primero el entrenamiento técnico y luego el de pesas.
La selección brasileña de Bernardinho, en cambio, siempre se ha caracterizado por grandes volúmenes de entrenamiento y numerosas repeticiones técnicas de forma analítica: defensas con plataformas (se han hecho famosos los ex jugadores que participaron en los entrenamientos para atacar y sacar), recepciones con plataformas y máquinas lanza pelotas, bloqueos con jugadores sobre plataformas y muchos ejercicios analíticos para la precisión de los armadores con el uso de cestos. La tarde incluye generalmente un seis contra seis muy intenso, sin puntuación, con muchas acciones y pelotas añadidas a discreción del entrenador, dependiendo del objetivo del entrenamiento.
Mi intención no es hacerles elegir un método u otro, sino decirles que los diferentes métodos son, en mi humilde opinión, extremadamente exitosos. Desde los años 80 hasta la actualidad, ambos han sido protagonistas absolutos de todas las competiciones internacionales. El método estadounidense logra el mismo resultado en menos tiempo, pero lo hace con los estadounidenses en su contexto y con sus valores y creencias. Yo mismo intento utilizar muchas de las ideas, conceptos y ejercicios de Bernardinho, pero sin obtener los mismos resultados.
Entonces,
·         ¿Cómo creamos nuestro programa?
·         ¿Qué criterios y principios tendremos en cuenta para realizarlo?
·         ¿Cómo vamos a organizar nuestros entrenamientos?
·         ¿Qué tipo de ejercicios elegimos para lograr nuestro objetivo?
Uno de los factores importantes para mí es: ¿en cuánto tiempo vamos a dar un salto de calidad?
Porque seguramente si entreno cada día durante 10 meses mis jugadores mejoran un poco, pero es esencial entender cómo acelerar el proceso para que mejoren lo más rápido posible en base a éste concepto y recordando la “¡poca agua con mucho fuego!”
Los jugadores mejoran con muchas repeticiones de calidad en la unidad de tiempo más pequeña posible. Insisto en la calidad de las acciones porque si sigues haciendo 100 recepciones malas al día, te cansarás, mejorarás un poco pero nunca conseguirás un buen resultado. Si en cambio cada día haces 10 repeticiones excelentes, ciertamente mejorarás en menos tiempo que el jugador anterior.
Una vez más mi sugerencia es la combinación de ambos métodos, siempre partiendo del juego, repitiendo muchas veces los gestos técnicos en un contexto real, en el que el jugador debe identificar la situación, decidir y realizar un golpe (recordándonos que el tiempo de reacción es muy corto). Si es necesario, podemos extrapolar el gesto del seis contra seis, probarlo analíticamente, hacer muchas repeticiones en poco tiempo y luego volver a insertarlo en el juego.
También sugiero crear pequeños grupos para realizar múltiples ejercicios sintéticos globales, en los que sólo se incluye una parte del juego. Esta opción incluye identificar la situación y decidir qué movimiento hacer y permite tener un feedback inmediato y entender si la decisión es efectiva o no. Y es una solución que he encontrado al problema del número de repeticiones.
Por ejemplo: los dos armadores, uno o dos líberos, obviamente depende de las personas que tienes a disposición, y todos los centrales. El líbero recibe de un lado de la red y un central ataca contra el bloqueo de otro central y la defensa en zona 1 del otro armador y en zona 5 del otro central o del líbero. Es cierto que no es un ejercicio completo, pero en 10 minutos cada central puede hacer más de 15 ataques y el líbero supera las 45 recepciones.
En el siguiente entrenamiento podemos insertarlo en el seis contra seis con la recepción y el ataque en el cambio de saque para consolidar los resultados que hemos obtenido. Al día siguiente hacemos lo mismo sólo con los opuestos que atacan contra un bloqueo y los dos defensores de zonas 1 y 5 y realizamos las repeticiones de ataques en paralelo o en diagonal. Por la tarde lo insertamos de nuevo en el seis contra seis. Por la mañana tienen que hacer seis ataques positivos en paralelo y seis en diagonal. En el seis contra seis serán suficientes tres ataques positivos por cada situación.
Para los equipos de nivel inferior se puede crear un circuito técnico donde los jugadores realizan repeticiones analíticas fuera de la cancha (movimiento del brazo contra la pared, carrera para el ataque, golpe bajo contra la pared…) mientras que los atacantes de punta y los opuestos están en la cancha haciendo un ejercicio sintético global previamente establecido. Luego se modifican los grupos hasta que todos entran en la situación del seis contra seis: con éste método de trabajo todos han triplicado las repeticiones.
Mi consejo es elegir un par de cosas y repetirlas muchas veces hasta consolidarlas, aunque conscientes del principio de variar los entrenamientos por el hecho de que los jugadores se aburren de hacer siempre lo mismo.
Repetir un aspecto del juego que queremos cambiar hasta que se cambie me ha dado muchos resultados.
Recordemos: necesitamos mucho fuego, que no es otra cosa que el número de repeticiones positivas en la misma situación. Por supuesto, cuando ese aspecto del juego cambie sistemáticamente, cambiaremos y haremos otro ejercicio, fijaremos otro objetivo y trataremos de dar un nuevo salto de calidad. Esto no significa hacer lo mismo, pero creo que los ejercicios son los medios para definir y lograr nuestros objetivos para el juego, no para ver quién gana o pierde en el entrenamiento con tantos ejercicios a puntos, sino porque esa puntuación nos ayuda a evaluar la situación que estamos entrenando o a trabajar sobre cómo mentalmente se razona cuando hay una puntuación, lo que pasa si te equivocas.

Evaluación y feedback

No necesariamente se requiere de equipo costoso para obtener información de los entrenamientos. El papel y el lápiz siguen siendo herramientas válidas para cuantificar cuántas veces se hacen bien las cosas y hoy en día todos los teléfonos móviles están equipados con una cámara de video para grabar los movimientos o gestos técnicos que queremos mejorar (hay aplicaciones libres muy interesantes y precisas para evaluar técnicas, ángulos y distancias).
La evaluación sin embargo es vital para tener un feedback y saber que lo aprendido está consolidado. ¡No basta con decir bien, bravo o eres un fenómeno! El feedback positivo es la pieza central de una clave única y te dice lo que debes hacer y lo que debes evitar: extender los brazos es mejor que doblarlos, el codo hacia arriba en lugar de hacia abajo, un solo consejo útil a la vez.
Tenemos que averiguar cuál es la prioridad para una ejecución exitosa. Si hablamos de un ataque:
·         ¿Es un problema de tiempo?
·         ¿Cuándo tengo que iniciar la carrera?
Por ejemplo, si hablamos de una pelota alta,
·         ¿cuándo alcanza su altura máxima, luego se ralentiza y comienza su descenso?
Tenemos que dar un input para saber cómo medir y reconocer el momento adecuado para saltar.
·         ¿Es un problema de ejecución?
·         ¿El último paso es muy corto, saltos largos y hacia adelante?
Tenemos que crear un nuevo input para saltar verticalmente.
·         ¿Es un problema del brazo?
·         ¿El impacto sobre la pelota en juego no es bueno?
·         ¿Cargo con el codo muy adelante?
·         ¿No extiendo el brazo?
¡Se necesita un nuevo input para que el codo se mantenga más alto! ¡Si un jugador ataca puedo decirle que tiene que cambiar la forma de saltar, dar el último paso más largo, saltar hacia arriba, mantener el codo atrás y el brazo extendido!
Todo junto es difícil, es como cuando mi madre me pedía que ordenara toda mi habitación y yo no quería hacerlo. Limpiar todo era demasiado. Pero si me pedía que le llevara la ropa sucia para lavar, ¡lo hacía rápido e inmediatamente! ¡Una cosa a la vez! Recordemos que nuestro objetivo es que se sienta, vea y entienda que lo que estamos haciendo es trabajar y mejorar para conseguir otro jugador u otro equipo.

Conclusión

Como he dicho antes, está científicamente probado que no será una tarea fácil, pero no es para nada imposible. La perseverancia y la determinación son necesarias para cambiar y nosotros los entrenadores debemos conocer la técnica o la situación que queremos mejorar, sabiendo que habrá momentos en los que el jugador sufrirá por haber cometido un error. Tenemos que explicarle y demostrarle por qué creemos que puede hacerlo. Necesitamos el video de la acción y la comparación con el principio y también con alguien que haga bien ese gesto, para crear o consolidar un modelo y una imagen mental de lo que queremos conseguir. También está demostrado que aprendemos de lo que vemos y que creamos la imagen de lo que queremos. Lo dejamos claro muchas veces, pero los jugadores no lo entienden o lo distorsionan. Nuestro trabajo es intentar resolver el problema y motivar al jugador para que pueda volver a intentarlo y hacer un gesto técnico correctamente.
Recordemos: ¡poca agua y mucho fuego y haremos muchos saltos de calidad!