miércoles, 8 de enero de 2020

EVOLUCIÓN DEL EQUIPO, el momento de progresar y avanzar.

Muy buenas a tod@s.

Estas semanas de vacaciones ha posibilitado la maduración de nuevas ideas que mostrar a nuestros queridos contertulios. En esta primera del 2020 haremos una reflexión sobre la evolución de los equipos, y más concretamente en  "nuestro equipo". Aprovechando el periodo transitorio en todas las competiciones, los entrenadores tendríamos que haber pensado en como dar una vuelta de tuerca a nuestra manera de actuar con el equipo.

Comienza la segunda vuelta en la mayoría de las competiciones. Los equipos ya conocen de sobra a sus rivales, el calendario esta definido, las jornadas y las fiestas, por lo que es el momento de comenzar a planificar sobre una base bastante solida.

Pero aquí surge el primer problema. ¿Estamos los entrenadores lo suficiente preparados para realizar un análisis de nuestro equipo ? y segundo ¿sabemos utilizar dicho análisis para realizar una planificación de acuerdo a las necesidades que requiere el equipo?

Estos dos problemas suelen ser complicados de resolver en la mayoría de los casos, y entonces ves como muchos equipos navegan sin rumbo en esta segunda parte de la competición. Pocos cambios en las estructuras tácticas y también en la evolución-progresión  de los jugadores.

El análisis del equipo tiene que empezar con un estudio de lo realizado estos meses respecto a lo planificado durante la primera vuelta. Comparar los objetivos propuestos y los alcanzados, no solo relativos a nivel de clasificación (qué también es importante) , sino relativas a las estructuras técnicas y tácticas  así como a la preparación física.

En un primer momento de manera grupal. Donde hemos llegado como equipo, nivel medio conseguido, dificultades encontradas, progresión no alcanzada, estadísticas de la primera fase, valoración personal del trabajo por parte de los jugadores y la comparación de test inicio temporada-fin primera fase.

Con toda esa documentación tenemos que definir la situación en la que nos encontramos en ese momento. No hay que pensar en lo que podía haber sido, sino lo que en realidad somos ahora mismo. Hay que ser honestos con uno mismo, y sobretodo con el equipo, de esa forma se puede planificar de mejor manera esta segunda fase.

El problema de los entrenadores en este momento viene producido por varios motivos:

Falta de experiencia. En muchos casos conocen el deporte, han entrenado años, pero no saben si lo que planificaron al principio estaba en concordancia con lo que el equipo podía dar. Muchos de nosotros nos ciega la competición y creemos que vamos a poder hacer más de lo que el equipo de verdad puede hacer. Es lo que se define como "objetivos inalcanzables". Pero ¿quién nos dice que no lo eran? La figura del Director Deportivo tendría que ayudar en la mayoría de los CLUBES para que esto no sucediera. Indicar que grupo va a llevar, años de permanencia en el club, valoraciones tecnico-tacticas de temporadas anteriores, etc. Esta información ayudaría a principio de temporada al equipo y al entrenador a ponerse en una situación, lo más próxima a la realidad .

Motivación. Cuando comienza la temporada todos llegamos con las pilas cargadas, con la mochila llena de ideas que desarrollar en el equipo, con planes de última generación, con vídeos y estadísticas revolucionarias........pero ya llevamos más de cuatro meses de competición y el deposito empieza a estar por debajo de la mitad. Hemos gastado muchos esfuerzos en convencer a todos de las posibilidades del equipo, del compromiso que hay que tener, de lo que queremos de todos/as y entonces empieza a llover sobre mojado. Nos faltan las fuerzas ante las dificultades, porque ya las hemos padecido anteriormente. La ILUSIÓN empieza a decaer y si a esto se le une la falta de experiencia ya ni te cuento.

Dificultad en el diseño de ejercicios. Es el momento de diseñar nuevos ejercicios que sorprendan a nuestro equipo. Basados en nuestra idea, en nuestro modelo de juego, pero que le den una visión reforzada de lo que queremos. No significa revolución total, no, queremos una evolución de nuestro trabajo, queremos reforzarlo desde un nuevo prisma. Seguir con aquellos que consideremos "básicos" en nuestro modelo técnico y ampliar para mejorar. Es el momento de "estrujarnos" el cerebro, pero es difícil encontrar ese camino. A esto se unen los dos factores anteriores que no ayudan, motivación y experiencia. Empezamos a dudar de ¿y para qué? ¿ y esto servirá? ¿es ahora el momento? De nuevo la ayuda de un Director Deportivo o un entrenador con más años que nosotros, aliviará y ayudará en tomar mejores decisiones.

Ampliar los dispositivos tácticos, realizar pequeñas variaciones que nos hagan crecer en nuestro concepto del juego. De esta forma fortaleceremos al equipo y le dotaremos de más recursos durante el juego. Analizar la clave de nuestro empobrecimiento táctico, la mayor dificultad en nuestro avance como equipo y apoyarlo desde un aspecto técnico (para ello fundamental el diseño de los ejercicios anteriormente comentado).

Físicamente hay que seguir mejorando y tenemos que volver a planificar para alcanzar las condiciones optimas del equipo para poder seguir con las exigencia dispuestas en los entrenamientos y partidos.

Pero también hay que pensar de forma individual, pensar en nuestros jugadores.

Aquí el trabajo es más laborioso. Hemos de pensar en trabajos INDIVIDUALES, de 15-20 minutos en todas las sesiones o por lo menos en algunas de la semana, para que evolucionen individualmente los jugadores. Es el momento de llegar antes o quedarnos después con 2/3 de ellos para ejercitar aquellos movimientos técnicos que no se tienen asimilados o aquellos conceptos tácticos que no se entienden.

Es fundamental tener un documento donde valoremos el nivel técnico alcanzado, y concentremos el trabajo en aquellos aspectos en que su mejoramiento le va a producir un salto de calidad dentro del juego (un ejemplo seria trabajar el bloqueo con un central de buena talla,cuyo desplazamiento de pies no es el correcto. La mejora significativa afectaría a su presencia en el juego).

Muchas veces no son los jugadores referencia del equipo, sino aquellos con un ritmo de aprendizaje más lento. Y nos asalta de nuevo la duda ¿servirá para algo? ¿estaré perdiendo el tiempo?

Voy a poner un ejemplo de Jose Fotia entrenador de prestigio que recientemente impartió una conferencia en la sede de la FMVB:

"trabaje con la flaca durante todo un año y cuando empezábamos a tener resultados, se paso a la batería"

Estaba orgulloso de su trabajo y nos mostró vídeos de dicha jugadora entrando ataque primer tiempo  y FAST (b-ti). Consideraba que no había perdido tiempo, había ganado experiencia para la próxima vez. Tenia metodología y ejercicios para volver a enseñar en dichas circunstancias y dificultades.

ESA ES LA LABOR DEL ENTRENADOR

Pero hay que dar posibilidades de demostrar a estos jugadores de que contamos con su participación en el juego, porque si siguen sin oportunidades en el campo..... entonces si que no ha servido para nada. El mayor crecimiento viene con el juego y se lo tenemos que dar. Que es imposible con la competición, pues partidos amistosos (con equipos de dentro de nuestro club o con rivales).

Observamos desde hace tiempo que hay pocos partidos amistosos. Parece que hay que jugar en pretemporada, en navidad y luego si nos clasificamos para algún evento a final de temporada. Son típicos los Torneos de Presentación, Copa España, Torneo de Reyes y ¿luego qué?

En la FMVB se ha creado la Copa Primavera a final de temporada, que puede servir para ir viendo esta evolución. Pero para nuestro gusto, esto es ya pensando en la temporada siguiente. De la que ha acabado POCO PUEDES HACER.

Es por esta circunstancia que hay que jugar más con los menos habituales, buscar más partidos y con esto una mayor evolución en su juego.

Importante, el entrenador tiene que buscar objetivos a corto plazo que se vayan cumpliendo. Nosotros somos unos enamorados de la Microestructuración por esto. Se puede ir planificado en pequeños periodos de tiempo donde vamos observando la evolución de todo. De esa forma rectificar si nos pasamos de optimistas o nos quedamos cortos de pesimistas.

Aún así esto no es fácil de llevar a la práctica. Evolucionar significa cambiar en muchos momentos el concepto que se tiene del propio juego, primero por parte del entrenador y en un segundo plano por parte de los jugadores. Hay que seguir remando contracorriente, sin saber si llegará o no a tiempo dicha mejora, y si ello aumentará nuestras prestaciones en el juego que nos hará ascender en la clasificación de nuestra competición.

Nosotros pensamos que la evolución puede tardar, pero que merece la pena intentarlo. Somos un simple entrenador en su vida deportiva, y lo que hoy trabajamos, puede verse recompensado dentro de mucho tiempo.......o no. NUNCA SE SABE, HAY QUE SEGUIR INTENTÁNDOLO.

Un saludo y feliz 2020