Cuando uno comienza a pensar en un tema, lo más importante es
informarse de que hay escrito y que puedes aportar desde tu punto de vista.
Ya sabemos la dificultad de encontrar ciertos temas, pero en este caso en
varios minutos apareció algo con el que empezar a trabajar sobre las ideas que
tenía y estaba en el siguiente blog: https://marrovira.wordpress.com/2014/07/20/las-correcciones-en-entrenadores-de-formacion/
El primero de los ejemplos era sobre ¡¡Voley Playa¡¡ jejejj, era
un buen comienzo.
Las correcciones no siempre son fáciles de realizar y en
muchos casos, aun sabiendo, no somos capaces los entrenadores de hacerlas de la mejor de las maneras. En muchos momentos de mi vida de
entrenador no fui capaz de evitar cometer errores en su utilización, y hay que estar siempre atentos, pues estos errores pueden aparecer en cuanto nos confiemos.
EMPECEMOS: ¿Qué diferencia hay entre un entrenamiento
y un partido? Parece una pregunta tonta, pero es el matiz importante al
tema que nos ocupa. Tenemos que tener claro que en un entrenamiento podemos
repetir una y mil veces un gesto, y en todas las ocasiones sin ningún efecto a
la puntuación ni a la clasificación del equipo. En un partido cada acción
implica un efecto.
Por tanto “la presión “de nuestros deportistas en un partido es
muchísima mayor. Les afecta y condiciona para poder seguir en el encuentro, y
en muchos de los casos les lleva a la desilusión, desesperación y hasta la
angustia cuando el error es grave o repetitivo. Pero hay que tomar medidas para
modificar esos errores que nos hacen no jugar de la mejor de las maneras
posibles. Hemos de intervenir como entrenadores.
Esos son los dos escenarios en que el entrenador tiene un mecanismo
de intervención, que son las CORRECCIONES, tanto individuales como colectivas,
pero que a mi entender son de diversas naturalezas. Cuidado, el error puede
producirse en alguna de estas fases: percepción, decisión o ejecución, y nuestras correcciones tienen que estar relacionadas al contexto donde se
produzca.
En los entrenamientos el entrenador puede comunicarse tantas
veces como quiera con el jugador que está realizando la acción, parar el
entrenamiento, repasar las soluciones a dicho error, buscar soluciones, y todo
ello INTERACTUANDO dentro de la cancha, cercano a los jugadores.
Los partidos son otra historia, el entrenador está en una zona
limitada por el reglamento, con unos tiempos definidos y con unos cambios limitados
por el reglamento. No puede interactuar todo el rato como él quisiera, y sin
embargo tiene que dar soluciones a las acciones y situaciones que se plantean.
Estoy de acuerdo con la teoría de que en los entrenamientos hay que
corregir los errores que se dieron durante el partido, por ello tendremos que
repasar “los sistemas de juego” y “los gestos técnicos”. Coordinarlos
con los jugadores y presentar un PLAN DE JUEGO para el siguiente partido.
Muchas veces dependiendo del rival que nos toque o simplemente buscando la
estabilización de nuestro propio juego.
Hay que utilizar LAS CORRECIONES en estos momentos. Los
entrenadores tenemos que corregir los desajustes técnicos y tácticos en el
entrenamiento y no de una forma obvia, sino de una manera eficiente para el
jugador.
Voy a utilizar el vocablo de Mar Rovira, el jugador SABE QUE
HACER en la mayoría de las veces, pero necesita que le ayudemos, eso lo llama ANCLA
ATENCIONAL. Me gusta este término.
Lo explicaré como yo lo entendía hasta que la leí. El jugador
necesita una información UTIL y SENCILLA para realizar las acciones de forma
correcta, y volver a recordar el camino en caso de error. En el ejemplo de la
recepción muchos jóvenes jugadores BATEAN (golpean el balón con el exterior del
antebrazo y moviendo los brazos en la trayectoria del balón). La indicación de
muchos de los entrenadores es “NO BATEES “, que fácil, si él no quiere batear
dicho balón, quiere colocarlo perfecto a su colocador.
En este ejemplo el ANCLA podría ser “levantar el hombro más
cercano a la trayectoria y desplaza el cuerpo hacia atrás fuera de ella”.
El jugador tendría una información para CORREGIR inmediatamente
su error, pero no quiere decir que lo vaya a hacer perfecto la siguiente vez.
NO SOMOS MAGOS.
Con esto quiero decir, que hay que realizar CORRECCIONES TÉCNICAS
cada vez que se produzcan, pero no ser pesados. Se necesita tiempo para
entender y realizar los conceptos que les explicamos. El modelo tiene que ser muy
visual para que el deportista interiorice lo explicado por el entrenador y aun
así, hay algunos que progresan con mayor lentitud que otros, ASI QUE PACIENCIA.
Lo que sí que es un ERROR para mí, es la CORRECCION VENTAJISTA.
Es aquella que se realiza mirando el resultado final de la acción (muy
abundante en categorías inferiores por los entrenadores). Jugadores que sacan
mal, torciendo la espalda, lanzándose el balón detrás, etc, pero pegan unos
obuses que son punto directo.
HAY NO HAY CORRECCIÓN, PUES MUY MAL.
Sin embargo, CORREGIMOS y MACHACAMOS al endeble, cuyo gesto
técnico es bueno, pero su fuerza no le da para pasar el balón por encima de la
red. Pero digo con el saque como con la recepción (jugadores con malas
plataformas, doblando codos, cruzando piernas, etc), con el ataque (batidas
horribles, codos flexionados, sin manualidad, etc), así con cada uno de los
gestos.
¿Qué estoy proponiendo? HAY QUE CORREGIR no pensando en el
resultado final, sino en el trabajo TÉCNICO. A partir de ahí avanzar con las
CORRECCIONES TÁCTICAS (según vamos subiendo en la edad de los jugadores este
trabajo se va equilibrando y en equipos de ELITE, superando).
Lo que sí que no creo es en las constantes CORRECCIONES TÉCNICAS
que veo en los partidos de muchos de los entrenadores. Como dice alguno de
nuestros amigos leídos “HAY QUE CONFIAR EN EL TRABAJO REALIZADO EN LOS
ENTRENAMIENTOS” y jugar el partido. Para ello no tenemos que estar recordando a
los jugadores cada uno de los fallos que realizamos en algunas de las acciones
(y que casualidad que siempre son de índole técnicos).
CREO QUE HAY QUE CORREGIR MUY POCO DE TÉCNICA DURANTE UN
PARTIDO. Eso lo reservamos para los entrenamientos. Ahora es el momento de ser un
estratega en el juego y ver que habilidades tienes en esos instantes,
realizando CORRECCIONES TÁCTICAS, cambios estratégicos, motivando a tus
jugadores, sacando rendimiento a los tiempos muertos, buscando esa magia que la
técnica no te va a dar en ese instante.
Los jugadores ya saben que están fallando, y si tienen buenas
ANCLAS, serán capaces de reconducir el camino. Y el entrenador puede
recordárselo. Pero lo que no podemos hacer de nuevo es ser VENTAJISTAS con el
resultado de la acción.
Otro ejemplo, no podemos decir a un jugador que vaya al saque y
TIRE A ROMPER y luego si lo falla, es que no se puede fallar, que era muy
importante, que con lo que se ha entrenado, etc.
ESO NO ES CORREGIR, eso no es nada.
Es el momento en el partido de anotar que errores se repiten con
asiduidad y realizar las CORRECCIONES pertinentes en los entrenamientos. Esto
no quiere decir que en algún momento lo hagamos, pero sin pasarnos. Esto haría,
como dice Mar Rovira, que la CALIDAD DE LAS CORRECIONES sea tan buenas que
nuestros jugadores lo recuerden y las apliquen como ese ANCLA que hemos
definido.
Por lo tanto, ¿COMO CORREGIR? A través de ANCLAS, con ejemplos
claros, sencillos y nada ventajistas, sin pensar solo en el resultado
momentáneo, sino en un resultado a largo plazo. Corrección con motivación hacia
el deportista, con un refuerzo positivo en el mensaje. Si encima podemos
mostrarle un modelo visual del movimiento correcto, mucho mejor. Qué se vea una
y otra vez y que compare con el modelo. Os dejamos la teoría de SANDWICH que nos propone Xesco Espar para corregir a los deportistas
¿CUANDO CORREGIR? En los entrenamientos tanto técnica como
táctica, lo justo y necesario. Con poca información, útil y sencilla. Cuando se
comienza el aprendizaje espaciar las correcciones en el tiempo, solo incidir
cuando el movimiento lleve riesgo de lesión.
Pensad que mucha información puede llegar a no ser escuchada.
Y en los partidos evitar todas las correcciones técnicas,
centraros en el plan de juego.
Un saludo y espero que os sirva.
PS: A lo largo de los
años he intentado seguir los consejos de José Fotia sobre los problemas de la
corrección en los entrenamientos de Voleibol. Algunas con más éxito que otras,
pero seguimos aprendiendo.
1. No resulta
sencillo reconocer la naturaleza del error en el jugador de voleibol. Debemos
de identificar en qué fase se produce: percepción, decisión o ejecución y no es
fácil. Cuidado, el objetivo puede ser diferente.
2. La
corrección técnica continua puede llevar a influir negativamente. Además, hemos
de preguntarnos si el error es producto de las capacidades existentes o de las
que faltan por conseguir (atención en los primeros momentos del aprendizaje).
3. Poca
información en la corrección y a través de ANCLAS o CLAVES. Importante explicar
lo que queremos ver y no el error que están cometiendo (corrección ventajista).
4. La
corrección tiene que tener una gran parte motivadora. Convencer al deportista
para que acepte sus errores, que sea consciente de ellos e intente corregirlos.
Problema, los entrenadores hemos de tener paciencia con dicho deportista, el
nuevo aprendizaje le llenará de cierta duda y será reacio a cambiar si eso
perjudica su rol.
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