Buenas a tod@s.
En esta nueva entrada vamos a hablar sobre un termino muy importante en nuestra disciplina LA CONFIANZA. La vamos a ver desde dos puntos de vista, la confianza que el entrenador tiene en sus deportistas y la propia que cada uno tiene en el desempeño de su juego.
Seguro que a tod@s os habrán dicho en algún momento de vuestra vida dentro del voleibol " NO TIENES CONFIANZA EN MI", "NO CONFIAS EN MI" o "ES QUE CONFIAS MÁS EN FULANIT@".
Mirad las fotos
En ellas se ve como se ARMA UN CABALLERO. Parece que por darle un toquecito con la espada en los hombros ya tienes todo lo que hay que tener para ser caballero.
Este ejemplo lo utilizo yo con mis deportistas. Cuando empieza la temporada les junto en un rondo y les doy MI CONFIANZA, les toco el hombro y quedan impregnados de ella. Así de fácil.
PERO NO FUNCIONA, o por lo menos NO a mi. Con la palabra no me funciona, son los hechos los que le demostrarán que tienes confianza en él.
Leyendo por internet me tope con una frase que me gusto "cuanto más técnico es un deporte, mayor importancia cobra la confianza para alcanzar el máximo potencial del deportista."
Os enseño el siguiente video sobre el tema
En el nos dice que los 4 pilares son:
- CONOCIMIENTO del tema por parte de las personas implicadas en la relación..
- COHERENCIA en las palabras y actos desarrollados en ella.
- PODER CONTAR CON EL OTRO en nuestro propósito.
- VULNERABILIDAD en la relación establecida.
Me puse a pensar como actuó yo y los errores que cometo. Lo más fácil es pensar en el equipo que estoy entrenando este año, JUNIOR MASCULINO DE VOLEY PLAYA MADRID.
1.- La elección de la plantilla. Ahí demostré la confianza que tenía en unos jugadores y no en otros. Tuve que elegir entre 18/19 deportistas que vinieron a probar durante ¡¡¡¡¡3 días¡¡¡¡ les vi poco, la competición es nueva, nunca había entrenado chicos tan jóvenes, me fie de mi INSTINTO de mi EXPERIENCIA y de las buenas recomendaciones del DIRECTOR DEPORTIVO. Todos los que están tendrían que pensar que YA TIENEN MI CONFIANZA. Por cierto, al final me quede con 18 jugadores ya que la competición masculina así lo permite.
2.- Los primeros entrenamientos. Tuve que ir viendo los roles de cada jugador, respecto del año pasado. Algunos de ellos jugaron en posiciones donde el equipo los necesito, otros venían de parones por lesiones, otros llevaban años jugando, otros jugaban con el SM2, otros tenían Universidad y había que cambiar turnos, otros llegaban más tarde pues venían de fuera de la Comunidad de Madrid, y al final teníamos que formar un equipo. Tuve que formarme una idea de como encajar todo en el puzzle del equipo y dotar de la confianza necesaria para que cada uno se sintiera importante..
3.- Partidos amistosos. La suerte de entrenar chicos es que la competición no empezaba hasta el 10 de Octubre (casi 6 semanas, las mismas que tendrían que tener las féminas). Lo desfavorable, pocos equipos con experiencia. Sacamos dos partidos amistosos, de los cuales tuve que sacar las mayores de las conclusiones. Intensifique el ritmo en los entrenamientos (para conocer el carácter de cada uno, o por lo menos una pequeña visión) para poder introducir más datos sobre el conocimiento de mis jugadores (la famosa confianza).
4.- Variabilidad. La primera parte de los entrenamientos la dedique a ejercicios de técnica individual sobre los diversos aspectos del juego, en consonancia con mis principios del juego. En ellos los jugadores rotaron en todas las posiciones y realizaron el mismo trabajo. El ritmo fue creciendo y la relación de error/acierto fue plasmándose en los entrenamientos (hay es donde el entrenador va tomando confianza en ciertos jugadores, y este es mi caso, el cuidado del error no forzado). Nadie pone al saque a un deportista que falla 2 saques de 3 realizados, o 2/3 fallos en recepciones o del mismo modo ataques. Tiene que haber un mínimo para poder jugar. AHI APARECE LA PRIMERA CONFIANZA DEL ENTRENADOR.
De un desconocimiento total de la plantilla el 6 de Septiembre paso a tener que definir un equipo para jugar un amistoso el 26 de Septiembre¡¡¡¡¡¡¡ es la labor del entrenador. En féminas ese mismo fin de semana comenzaba LA LIGA, es decir esos entrenadores tenían que poner en el campo el equipo para poder empezar a competir contra el resto, con ese conocimiento previo que acabo de realizar.
¿A quien ponemos? A los deportistas cuyos aciertos van a prevalecer sobre los errores, que por nuestro experiencia y por lo poco que hemos visto, mejor van a desarrollarse en el partido. ¿Pero los conocías? No, me he ido haciendo una imagen poco a poco de lo que cada uno me puede aportar viendo como se desenvuelve en el entrenamiento. ¿pero en tan poco tiempo? Es verdad que no una idea super-real pero una primera aproximación. Algunos ya te trasmiten un buen feeling, mientras otros se ven más dubitativos. ¿y entonces la confianza? Nadie la tiene para siempre, es como la vida, se tarda años en ganarse y un instante en perderla. Igualmente hay jugadores que no estaban en su mejor momento y de repente empiezan a progresar.
Mi receta es fácil, NO TODOS LOS JUGADORES SON IGUALES, pero hay que darles las mismas oportunidades. Los hay más habilidosos y menos, pero nunca sabremos hasta cuando progresara cada uno de ellos. Podemos darles una dosis de confianza MAS PEQUEÑA, un rol distinto pero que le haga sentirse uno más. Especialistas al saque, al bloqueo, a la recepción, a la defensa, un doble cambio, etc.
En un primer momento no es un jugador TITULAR, pero podemos utilizarle en momentos puntuales del partido. Ahora esos momentos hay que GANARSELOS.
Entrenar es una cosa y jugar OTRA MUY DISTINTA. Por eso durante mi etapa como Director Deportivo insistía a los entrenadores de que jugara todo el mundo (hay momentos para todo y en caso contrario se buscan partidos amistosos).
Llevo ya varias semanas con el equipo, y en ellas he intentado transmitir mi confianza en los jugadores, lo que espero de ellos, el trabajo que quiero realizar y los objetivos a conseguir. En este grupo lo más importante para mi es desarrollarlos como jugadores, que sean mejores cuando acabe la temporada que cuando empezamos (pero no unos pocos, TODOS) y una de las partes es AUMENTAR SU CONFIANZA. Utilizo con ellos la frase de JULIO VELASCO "Poco agua y mucho fuego".
La confianza que cada uno tiene en si mismo es mucho más complicada. Cada deportista lo vive de una forma y en la edad que tienen pasan por diversas fases que les puede ayudar o perjudicar en su juego. Intento que su autoestima sea grande, aunque a la vez soy muy exigente en los entrenamientos. Doy una de cal y una de arena. Cuando las cosas se hacen bien lo pregono a los cuatro vientos, que se entere todo el mundo, pero cuando se hace mal, también ( eso no les gusta tanto, jejeje). Ahora lo que no me gusta es mentirlos, creo que es mejor una vez rojo que cien colorado. Si con alguien veo que no cuento o que mi confianza es nula hablo con el y le explico la situación. Es mejor que estarle dando falsas esperanzas.
Ahora, la titularidad va asociada a la confianza y ese es un gran problema. En nuestro caso solo 7 pueden ser titulares y yo tengo 18, y encima 4 van desconvocados todos los partidos. Tengo como todos que hacer malabares para que todos tengan su premio al esfuerzo realizado durante la semana y eso es imposible.
Mi hija me explicó el otro día que cuando un jugador es muy parecido a tu forma de actuar o al ideal que tu persigues, rápidamente obtiene tu confianza. Que al final los entrenadores buscamos semejantes en el campo a nosotros y a estos les resulta todo más fácil. Jugadora y psicóloga todo un peligro, jejejej.
Como en la vida ni todo es blanco ni todo es negro pero por lo menos espero que hayáis pensado un poco como actuáis en vuestro equipo.