Durante mucho tiempo he sentido la necesidad de escribir un manual que muestre la forma que tengo de enseñar/entender el
voleibol. El día a día ha ido moldeando una manera particular de ver este
deporte, pero la formación y los buenos consejos de los compañeros de
profesión, han terminado por desarrollar un modelo en mi forma de trabajar.
Quiero que este documento sea una ayuda para los jóvenes entrenadores
que empiezan y que se encuentran muy solos ante las dudas que les asalta su
trabajo como entrenador.
He pensado la manera de ir
desarrollando este manual, y quiero salirme del típico libro de enseñanza del
voleibol.
Voy a explicarme.
En los cursos que imparto en
Federación Madrileña los alumnos quieren recetas para comenzar su práctica de
entrenador. Sus preguntas son sobre como realizo yo cierta acción, y no esperan
una respuesta vaga. No quieren sabe la forma correcta que los libros describen,
quieren “tu receta”. Que compartas tu experiencia, buena o mala, correcta o
incorrecta, pero lo que tú haces en dicha situación.
Imaginaros que os apuntáis a un
curso de cocina y os empiezan a hablar de aromas, sabores, texturas, y no sabes
ni freír un huevo. Te enseñan múltiples técnicas de cocina, emplatados,
fusiones y demás, pero sigues sin saber hacer una tortilla. Buscas que el cocinero
te enseñe a freír un huevo, realizar una tortilla, preparar una ensalada o un cocido, y de esa forma empezar a conocer los entresijos de la cocina. Necesitas
una receta, que es lo que todo el mundo busca cuando quiere aprender sobre la
gastronomía “UN LIBRO DE RECETAS DE COCINA”.
En el caso del voleibol pasa
igual, tenemos alumnos que no saben de voleibol, otros que han jugado, otros
que han empezado a entrenar y les pica el gusanillo, otros que ya llevan tiempo
y necesitan un título y todos quieren saber ¿Cómo lo haces tú?
Pero ocurre lo mismo con los
entrenadores más expertos, van a Clinic, Conferencia, Simposios o Congresos de
grandes entrenadores donde buscan el seguir aprendiendo. Pero no nos engañemos,
buscan más recetas a incorporar al largo libro que cada uno tiene. Es verdad
que desde un análisis que cuando empiezas no tienes, un estudio de las palabras
pronunciadas en dichos eventos, un proceso de confirmación de ideas a través de
las pruebas realizadas en el entrenamiento y un intercambio de pareceres con
otros entrenadores.
Con todo ello, el entrenador más
experimentado crece y amplía su bagaje de soluciones en la práctica deportiva.
Recuerda, “NADIE NACE SABIENDO”
En este documento voy a intentar
ser claro y no irme por las ramas. Me dedico a la educación como profesor de
Matemáticas y no concibo el no enseñar todos los trucos de dicha materia a mis
alumnos. Les explico que el camino no es único, y que yo les proporciono el que
me ha resultado más útil. En muchas circunstancias desarrollo actividades
utilizando varias técnicas, para que en cursos superiores puedan seguir
evolucionan. Pueden que tengan a otro
profesor que no utilice mis mismas herramientas y no tiene que ser excusa para
dificultar su crecimiento.
Comparto TODO lo que se con
ellos, igual que espero compartir mi forma de entrenar con vosotros. No es un
secreto la forma en la que entreno, no os voy a engañar, internet es un mundo
maravilloso para ver ejercicios y analizarlos a nuestra necesidad. Seguro que
todos están en la red, y si no están, ya me encargo de subirlos yo en mi portal
de www.elmisterdevoleibol.blogspot.com.
Lo que quiero enseñar es como he
llegado a la conclusión de realizar este u otro ejercicios, como planifico, que
criterios tengo, cual es mi filosofía, como participo en la vida de mi club,
como sigo aprendiendo, como intento evolucionar yo y mi equipo, y muchas otras preguntas que seguro que
alguno os hacéis y otros afortunadamente no.
Estoy de acuerdo con Jose Fotia,
profesor de la Universidad de la Plata de Argentina “cuando más mayor soy y más
creo saber, más dudas tengo”. Es mi caso, sé el camino que debo recorrer, pero
la responsabilidad es mayor ahora que hace 30 años cuando empecé en este maravilloso
mundo. Como lo he vivido muchas veces, se la dificultad que lleva el trabajar
con un grupo de personas que están totalmente implicadas contigo. Que esto no
es como las matemáticas que 2+2=4, aquí dependemos de muchos factores y es por
eso que dudo.
También os digo una cosa,
utilizar las recetas que tengáis a mano, copiadas o no. En un principio es lo
que te va a salvar. Los ejercicios que has visto como jugador, los que te han
enseñado tus profesores de cursos o de tu club, aquellos que ves en internet,
cópialos. Al principio va a ser tu batería de entrenamiento.
Ahora, modifícarlos de acuerdo al grupo
que tengas en ese momento, no los plantes en el entrenamiento como si fuera un árbol.
Muchas veces no vas a saber para
qué sirven, bueno, pero que trabaja un gesto técnico concreto o varios eso lo ves
claro. A lo mejor no sabes evolucionar un entrenamiento, añadir ejercicios que
vayan progresando en dificultad o intensidad, el número de repeticiones que
hicieron cada jugador, o el tiempo que estuvo presente. No te preocupes, todos
nos hemos confundido al principio y espero que cuando acabemos te confundas un
poquito menos.
Hace poco un entrenador nivel III
con gran experiencia me dijo “si vieras la planificación de mi primera
temporada, me matabas. Y no te digo los entrenamientos de la pretemporada. Me
dio vergüenza”. Yo le pregunte cuantos años habían pasado” unos 12 años” ….imagínate
todo lo que se ha equivocado en estos años.
Pero no es el único caso, un
entrenador de Superliga1 que realizo una videoconferencia para unos cuantos
amigos nos dijo “no me queda por aprender”. Pues fíjate a nosotros entonces, no
preocuparos.
Ahora, hemos de ser humildes en
nuestro trabajo y aprender constantemente. Saber escuchar, observar, anotar y
analizar los comentarios que nos realicen. Tomarlo como una crítica
constructiva, intentar visualizar lo que nos indican para poder realizarlo y después
ENSAYO-ERROR. Probar es importante, y cuanto más se prueba, más éxito podréis
tener.
Espero que os guste y si os he
ayudado, mucho mejor.
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