3.- Diagnóstico de la REALIDAD.
DONDE NOS VAMOS A METER.
“No pidas por una vida
fácil, pide por la fuerza para soportar una difícil”. Bruce Lee
Antes de meternos en harina, voy
a indicaros dos ideas muy importantes para este capítulo que son:
·
LA EMPATÍA
·
LO QUE NO QUIERAS PARA TI, NO LO QUIERAS PARA
LOS DEMÁS.
Cuando comencé a entrenar a
finales de los años 80 era difícil poder llevar un equipo federado. Entonces el
número era mucho menor y el acceso a ellos de bastante dificultad. Es verdad
que la participación en Escuelas Municipales era grande (todavía no estaba la Ley del
Deporte del 17 de Octubre de 1990), y todos los municipios tenían un Patronato
Deportivo que facilitaba dicha labor, favorecido con las actividades deportivas en los
colegios dependiendo del ayuntamiento.
Para poder entrenar en federación
tuve que crear un CLUB DEPORTIVO, con estatutos, junta directiva, registro en
la Comunidad de Madrid, NIF en hacienda y otros trámites que no se ni como pude
acabar entrenando.
En ese momento me di cuenta de la importancia de las dos ideas descritas anteriormente.
Pase a
ser entrenador, pero también Presidente y Director Técnico del Club Getafe Vb.
Teníamos 3 equipos, y aunque nuevos en la materia, salimos en 1ª División
Femenina Grupo D, que era entonces la segunda categoría del Voleibol Nacional.
Lo que hoy sería la Superliga 2 Femenina.
Desde el principio pensé en lo
GLOBAL antes que en lo PARTICULAR. Sabía la dificultad que teníae mantener un CLUB, de
conseguir jugadoras, dinero, pistas, balones, camisetas, y un sinfín de cosas
que no creía que existieran. Me ponía en el lugar de los otros dos entrenadores
del CLUB cuando me realizaban algún tipo de solicitud, pero yo también quería
que ellos me entendieran a mí. Quería que utilizáramos la EMPATIA para crear-onseguir un
CLUB mejor.
Otra de las cosas que me
molestaba era la tabla de doble rasero. Pongo un ejemplo.
Las jugadoras han de llegar
puntuales al entrenamiento, pero si yo llego un poco tarde no pasa nada. Pero esta era la fácil, una más difícil. Cuando uno es jugador le molesta no participar en el juego, que sean siempre
los mismos titulares, que el entrenador tenga sus “jugadores preferidos”, que
no de oportunidades cuando se está jugando mal, etc. Ahora, cuando pasas a ser
entrenador empiezas a actuar casi de esa misma manera. Esa que tanto odias se
convierte en su hábitat particular. Esta es la segunda idea que quiero que
penséis.
Es verdad que nunca llueve a
gusto de todos, pero es el momento de reflexionar sobre lo que vamos a realizar
con el equipo.
Este primer capítulo lo he subtitulado DONDE NOS VAMOS A METER. Definido desde el punto de vista del análisis real de la situación que nos vamos a encontrar, que rodea al equipo que queremos entrenar.
Recuerdo una conferencia que vi en un simposio de entrenadores argentinos. El conferenciante era Raúl Lozano, antiguo seleccionador nacional de España, en él explicaba cuál era su actitud cuando llegaba a un equipo nuevo (en ese momento acababa de fichar por un equipo polaco), cómo era su implicación y cuál es el trabajo que realizaba para conocer la situación en la que se encontraba.
Recordé que en el Congreso del año 2018 Manuel Cichello también comentaba el análisis previo que había que hacer del equipo para tener una situación real es en este punto donde quiero trabajar.
Podéis seguir unos minutos a partir del minuto 18:30 el siguiente video
Cuando entramos en un club nuevo para desarrollar nuestra labor con uno de sus equipos, lo primero es informarnos todo lo máximo que podamos de las circunstancias que rodean al lugar donde vamos a trabajar. Iremos enumerando cada una de ellas.
3.1 El Club.
Cuando comienzo a trabajar en un CLUB
es muy importante hacerme rápidamente una idea de lo siguiente:
·
¿Cómo funciona?
·
¿Qué programa, objetivos y filosofía tiene?
·
¿Qué imagen proyecta al exterior y al interior?
·
¿Qué virtudes tiene?
·
¿Qué problemas detecto a simple vista?
Un primer paso es conocer quien
conforma la Junta Directiva. En el voleibol suele ser de dos formas, padres que
tiran del carro para que sus hijos puedan realizar una actividad o antiguos
jugadores/entrenadores que se han puesto al mando de las operaciones. Son dos
casos típicos muy extendidos en el mundo del voleibol no profesionalizado.
A esta Junta Directiva se les une
la figura del Director Deportivo. Entrenador con mayor experiencia o años, que
coordina el trabajo de los distintos equipos. Mas en cuestión organizativa y
administrativa que deportiva, ya que la no profesionalización no le permite
estar continuamente en las pistas observando el trabajo de los entrenadores. Es
por ello que todo se reduce a reuniones informativas a lo largo de la temporada
(pretemporada, navidades y final de curso).
En ellas se da una línea de
actuación de lo que se espera de cada entrenador en su equipo, el trabajo en
grupo, secciones del club, jugadoras con proyección que comparten equipos,
reglamento de régimen interno, horarios, material, y muchos temas donde algunos
prestan poca atención. Importante que nos impliquemos, que aportemos y
escuchemos.
Aquí aparece de nuevo las dos
ideas que comenzamos explicando. Ponte en lugar del Director Técnico ¿Qué
pensarías?
Pero no acaba todo, también se
comenta la filosofía del CLUB, los objetivos que se pretenden, el modelo que
siguen. el presupuesto que se tiene, la relación con los patrocinadores o
entidades institucionales y muchos otros temas que sería importantes conocer.
Si tu CLUB es de aquellos donde
no se da tanta información, tendrás que obtenerla por tu cuenta. Preguntando y
reuniéndote con los responsables las veces que haga falta. Es fundamental para
saber dónde estás, que esperan de tu trabajo y que ayuda puedes tener. Es más importante
de lo que parece, evitaras llevarte una desilusión sobre lo que tú considerabas
que querías hacer y lo que el CLUB consideraban que tenías que hacer.
La mayoría de los entrenadores
buscamos nuestro propio trabajo, el beneficio para nosotros mismos y nuestro
equipo, y nos convertimos en pequeñas islas dentro de un organigrama mucho más
grande. Trabajar codo con codo en dicha filosofía nos hará más sencillo nuestro
trabajo.
Me viene a la mente la siguiente frase de Luis Aragones “y ganar y ganar y después ganar”.
Hay entrenadores
que piensan que eso es suficiente para mantener su puesto en el CLUB, pero que
equivocados estamos. Pensad en Ernesto Valverde sustituido en Enero del 2020 del Barcelona cuando
iba líder en todas las competiciones (y no es el único caso…).
Hay otra frase de Pablo Laso muy interesante “cuando nuestra racha de victorias es mayor, más cerca estoy de la derrota”.
3.2 El Equipo y
categoría.
Una vez que creemos conocer el CLUB,
el siguiente paso será conocer los equipos que lo componen todo lo que podamos, pero no solo el
que vamos a dirigir. Principalmente los de los equipos superiores e inferiores
a nuestra categoría. De esta forma
podremos empezar a situarnos en el lugar donde vamos a trabajar, conociendo a
sus entrenadores, el método de trabajo, las necesidades que tienen y lo que nos
pueden aportar ellos. Conocer el entorno es beneficioso.
Pero está claro que hay que
empezar a analizar nuestro equipo, y en un primer instante de manera muy
general.
Información como:
·
Categoría
·
Competición
·
Número de jugadores
·
Pabellón de Entrenamiento
·
Horarios de entrenamiento y partidos.
·
Material y Recursos
·
Informes de años anteriores (entrenadores o
Director Técnico).
·
Estadísticas.
·
Test físicos.
·
Videos de partidos o entrenamientos.
Tenemos que hacer un primer
análisis de la situación, para poder pensar en los objetivos que vamos a
marcarnos. Estos tienen que estar basados en los propuestos por el CLUB,
siempre podemos ampliar algo más y después comentarlo con la Dirección Técnica
para su aprobación. Es el mejor apoyo que podrás tener: CONFIANZA.
Recuerdo lo que decía Emilio Duró (coaching) “Ponte objetivos altos, pero que sean alcanzables”.
De nada sirve pensar en cotas muy
altas si te quedas muy lejos de ellas. Cuidado, tendrás un sentimiento de
fracaso que a lo mejor no es el adecuado al trabajo que has realizado. Es por
ello que hay que ser realista y pensar muy bien.
Fundamental para eso el mejor y
mayor análisis posible del equipo.
Presta también atención a la masa
social que rodea a tu equipo. Los familiares pueden llegar a ser muy molestos
en estos momentos sociales que vivimos. Los padres se han vuelto unos fanáticos
de sus hijos, los acompañan en todo momento, dirigen su carrera deportiva,
consideran y opinan sobre el método de enseñanza y de juego. Hay que estar muy
atento a los más peligrosos.
Creo en la necesidad de establecer
un plan para el equipo a corto, medio y largo plazo.
De esta forma podremos diferenciar y marcar distintos objetivos. Con ello conseguimos ir paso a paso sin agobiarnos, sin pensar si el final del camino será el correcto. Establecemos una serie de ítem que nos indiquen que vamos consiguiendo pequeños logros en nuestra construcción del equipo, y que indique que la planificación es correcta.
- Corto plazo, la pretemporada. Pensemos en la formación del equipo, conocerse jugadores entrenador, primeros partidos amistosos, presentación del club y comienzo de la competición.
- Medio plazo, primera vuelta. Confirmar si el juego que queríamos realizar se ajusta a lo que se está produciendo. Momento de analizar y reestructurar el plan.
- Largo plazo, final de temporada. La clasificación que pensamos, las jugadoras que participaran con el equipo superior y las que subirán al nuestro, la evolución del grupo, torneos amistosos, preparación de la temporada siguiente, etc.
Todo esto es ideal de escribirlo
en un documento que podamos revisar a lo largo de nuestra temporada. La
intuición es buena compañera de los entrenadores, pero las palabras escritas no
se olvidad y podemos repasarlas las veces que necesitemos. Si ya está realizado
un análisis, su modificación es mucho más fácil, piénsalo.
No es lo que te entregan, es lo que tu puedes hacer con lo que te entregan.
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