Aprovechando estos días de
descanso que me proporcionan la Semana Santa, he reflexionado sobre el gusto de
las personas y como cada uno llevamos a nuestro terreno el tema que toque, con
tal de llevar razón sea como sea.
Todo empezó con el Programa de
Tecnificación que la Federación Madrileña estaba llevando a cabo en El Escorial
los días 23, 24 y 25 de Abril. En él, los entrenadores tenían una lista de 18
jugadores y en la última sesión tenían que quedarse con 14. Como siempre en las
gradas se oía todas las combinaciones posibles y todos los comentarios eran
pocos respecto de lo que el seleccionador de turno iba a elegir. Todos nos
pusimos su “mono” y sacamos bolígrafo y papel para poner dicha lista.
No solo decidimos los jugadores
que tenían que quedarse, si no que adelantamos el porqué de dicha elección. El
gusto personal por encima del colectivo, y hasta la idoneidad de tal o cual
seleccionador para llevar cierto grupo. En algunos casos la cosa llego a más,
Seleccionadores Nacionales, Entrenadores de Superligas 1 y 2 etc. Ahí no quedó
títere con cabeza en tres días de internamiento en las gradas del pabellón.
Para gusto los colores y más si
uno de esos colores es nuestr@ hij@.
Pensé en mis comienzos de
entrenador. Con el titulo de nivel I en el bolsillo me propuse entrenar un
equipo cadete federado hace ya casi 30 años. Las oportunidades eran pocas y
fundé un club en mi localidad (Getafe VB). Me lancé a dicha aventura sabiendo
que los golpes iban a ser muchos y variados, pero nunca pensé que después de 30
años tendría que seguir soportándolos.
Y me explico.
Siempre tenemos
algún defecto los entrenadores, es imposible agradar a todo el mundo. Por eso
recordé una entrevista a Javier Bardem donde decía “Empecé a ser más feliz con
mi trabajo cuando comprendí que nunca iba a agradar a todo el público ni a la
crítica” en ese momento es cuando empezó a disfrutar realmente de ser actor.
Siempre mira las criticas, pues le gusta que sean buenas pero no le obsesionan
de igual forma que cuando empezó. Realiza su trabajo con profesionalidad,
enamorado de él y poniendo toda la pasión en el personaje como al principio.
En mi caso, el jugar me permitía
ver a otros entrenadores del Club como Alfonso Linares, Alberto Carrón y Rafael
Ramirez e ir aprendiendo poco a poco. Las críticas fueron desde el principio las de siempre,
inexperiencia, carácter, y otras muchas. No llegará a ningún lado el equipo por
donde lo está llevando, como lo entrena, como lo dirige, los ejercicios que
realiza, y un sinfín de comentarios que tuve que escuchar en aquellos años.
Lo que no saben es que yo tampoco
quería llegar a ningún lado, pasarlo bien, enseñar a unas chicas que le ponían
ganas y que disfrutaran con lo que hacían. Trabajar con ellas lo máximo posible
y conseguir los resultados que nos habían propuesto.
No conforme con los entrenadores
que veía en mi club empecé a observar a otros. Recuerdo con Luis Hernandez,
Coslada y el brasileño y mis amigos de Pinto Ricardo y Juanjo. El abanico iba
creciendo y mis ideas también. Aún así las críticas seguían. Las típicas frases
de “no tiene ni P…Idea” , “pero que se cree, si no ha empatado con nadie” tuve
que escucharlas una y otra vez. Pero había que seguir, “nunca llueve a gusto de
todos “ que diría el refrán.
Durante varios años seguí los
entrenamientos de la Selección Madrileña Cadete entrenada por Manolo de Alcala,
Juan Carlos de Coslada, Cesar de Alcorcón, Matias de Sanse. La coincidencia con
ellos por motivos personales, o por tener jugadores en dichas selecciones, me
supuso un bagaje más en mi enseñanza.
Aún así seguía sin estar
suficientemente preparado. Las dudas siempre por delante. La primera vez que
entrené un equipo en Leganes todo fueron “es que”. Da igual el resultado
anterior, el trabajo realizado, siempre hay alguien que piensa que no es
suficiente o que no estás del todo preparado para lo que te van a ofrecer. La
experiencia no es en ese momento tu mejor carta de presentación.
Sigues trabajando duro, con
pasión con ilusión y aparecen más entrenadores que te aportan conocimiento y
que resuelven dudas sobre tu camino en el voleibol, Pedro Lanero y Juan José
Molina de CD Aristos, Fernando Muñoz Mostoles y Selección Española, Sergio
Miguel Camarero de Hotel Cantur. Pero siguen poniéndose peros a tu trabajo. “Es
que” le falta, el equipo adolece, no es capaz de…son comentarios que son
gratuitos y que no puedes hacer nada con ellos. Ha tenido suerte, estaba en el
sitio apropiado, se lo ha encontrado hecho, y un seguir y un no parar.
Da igual lo que tú hayas
trabajado, los cursos y clinic que hayas participado, pueden comentar y
criticar lo que quieran. Es libre y no pasa nada.
Continuamos en la carrera por
seguir entrenando. Me desplace a Valladolid para hacer el nivel II y seguir
aumentando los conocimientos con otros entrenadores que no veía habitualmente.
Nines que era el entrenador de la Concentración Permanente de Palencia, Victor
entrenador cubano que llevaba la Concentración de la Selección de Castilla y
León y alguno más que seguro que se me olvida. Visitas a entrenamientos,
partidos amistosos, intercambios con dichos clubes y un sinfín de iniciativa
durante los siguientes años.
El colofón fue el nivel III con
jugadores como Tico Torres, Angel Alonso, Venancio Costa, Marta Gens,
Ernesto Rodriguez, Jesus Sanchez Jover, Yoyi, Luna. Profesores como Serrato, Pedro
Lanero, Luis Hernandez aumentaron mis ideas sobre cómo podría llevar a cabo
esta difícil labor.
Cada vez que podía, escapadas a
ver a la Selección Nacional, donde Fernando Muñoz se portaba de escándalo y soportaba a una batería interminable de preguntas siempre de la manera más
correcta y amable. Pero también de paso vi el trabajo de Raul Lozano, Luis
Munchaga y Julio Velasco. No tuve la suerte de ver a Anastassi, no se puede
estar en todo.
Y está claro que no solo de los
entrenadores se aprende, jugadores de primerísimo nivel que aportan matices a
lo indicado por los entrenadores. Está claro que ver a Rafa Pascual ha sido
todo un privilegio, pero también de Miguel Angel Falasca, Angel Alonso, Juan
Carlos Robles, Jesus Sanchez Jover, Juan Jose Slavador, Jesus Garrido, Quique
de la Fuente, Molto, Gustavo Saucedo, Venancio Costa, Luis Pedro Suela, Alexis
Valido, Guillermo Falasca,Ernesto Rodriguez, Vega y un largo etc.
Pero volvamos al aprendizaje. La
segunda vez que tome las riendas de un equipo de Leganés tuve que volver a oír
las mismas críticas que cuando comencé. Daba igual. Ahora era que llevaba
varios años sin entrenar equipos competitivos, que no conocía la liga, que eran
chicas, que, que , que.
En CD Aristos llevaba las
estadísticas con un programa informático en un ordenador portátil. De los
primeros en la División de Honor de entonces. Me acuerdo de Walter Omar entrenador
argentino de Whintertur que ya llevaba el DataVoley y era un pionero por haber
entrenado en Italia. Era para algunos un adelantado, pero en dos años era un
viejo, con técnicas anticuadas y que serían difíciles de implantar en el
equipo. Jugaba poco, muchos ejercicios analíticos y sintéticos, mucha
manualidad, así no llegara a ningún lado.
Equivocados, no quería llegar a
ningún lado, el equipo es el que tenía que llegar a algún sitio. Y llego.
De nuevo búsqueda de ideas y
aportaciones. Hay que intentar definir todo el trabajo de algún modo y ahí
apareció Cesar Hernández.
Si lee estas líneas me sentiré
orgulloso de ello y eternamente agradecido por la ayuda que me ha prestado en
estos años. La filosofía del MODELO DE JUEGO me cautivo y me aportó ese empujón
para poder definir el trabajo que quiero realizar. Eso acompañado con la
definición y construcción de ejercicios analíticos, sintéticos y globales que
lo implementan, fue un paso definitivo en mi carrera como entrenador. Darte las
gracias Cesar.
No todo es tan sencillo, el
también sabe las críticas que ha recibido, los comentarios que recibido, lo que
ha tenido que aguantar todos estos años. Siempre dice en sus charlas “COPIAR de
los mejores, para luego adaptar”, pues eso seguiremos haciendo.
Aun así no creáis que hayan
desaparecido las críticas. Y no solo como entrenador, en mi puesto de Director
técnico los últimos años lo he sufrido aun más. Da igual el comentario que
digas, la observación o la idea, siempre hay un pero. Al principio fueron
frases como que no me ves lo suficiente, luego que estoy probando, o estoy
intentando, es el primer dia, es que, es que….siempre hay alguna escusa y
crítica hacia mi persona. Da igual la experiencia, los años, etc.
Agradecer a lo entrenadore del CV Leganes el aprendizaje de esos años, y en especial a aquellos con los que mas colaboré como Ilde, Marta, Sandra, Lucho,Vero,Vanesa, Domingo, Juan, Vos, Elvia, Cuesta, Cesar, Luis, Ramses, Miguel y por supuesto Marcos y Adrian. De todos aprendi que no llueve a gusto de todos y que para colores el arco iris.
Da igual entonces el tiempo
pasado, que ya son casi 30 años, los cursos asistidos o impartidos, las horas
de pabellón, de tertulia con grandes o pequeños entrenadores, eso da igual. No
tienes ni P…Idea, esa es la conclusión.
En el último curso que impartí
para la Federación Madrileña indique a los entrenadores noveles que me harían
caso hasta que aprobaran, que una vez con el titulo de Nivel I ya sabrían TODO.
Es lo que tenemos y lo que hay.
En este camino siempre me ha
ayudado y mucho, no solo en el trabajo diario si no en la búsqueda de ideas, mi
buen amigo FRANCISCO JAVIER SANCHEZ PAIVA. Ha sido la calma en momentos de
tempestad y la agitación en momentos de calma.
Pero como “no llueve a gusto de
todos” en mi nuevo proyecto como entrenador, también recibo criticas. Es la
base del trabajo diario. Como anécdota, antes de Semana Santa una abuelita me
dijo “¿por qué hace eso mi nieta y no otra?” No supe responderla, teníamos que
hacer 10 saques cada jugadora y empecé por ella. ¿Podría haber empezado por
otra? Pues sí, pero ¿es importante? No.
Daba igual, las críticas van a
llegar y tenemos que convivir con ellas. Lo que sí es importante es seguir
aprendiendo, evolucionando, pensar que no tenemos realizado nuestro camino, que
lo mejor está por llegar, que los consejos que nos indican otros entrenadores
nos hacen mejores y entonces, haremos mejor nuestro trabajo.
Ahora aprendo de mis compañeros
de fatigas en el CV PINTO, de Ponce, Borja, Paloma y de nuevo del viejo
Ricardo. Ellos me enseñan todos los días que no todo es del color con el que tu
lo miras, hay miles de colores y cada uno lo mira a su gusto.
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