miércoles, 16 de diciembre de 2020

Manual de Voleibol. Modelo de Juego. Organización

La Táctica consiste en saber hacer, cuando hay algo que hacer; 

la Estrategia en saber qué hacer, cuando no hay nada que hacer.

Tartakover (1887-1956), Gran Maestro Ajedrez.

7.1 La Organización Estratégica.

En el apartado 4.2 presenté los puntos que incluyo en el Modelo de Juego, documento fundamental para el desarrollo del voleibol en un equipo. Es el momento de poner en marcha dicho proyecto a lo largo de la temporada.

En este capitulo definimos la forma en que trabajo la parte de Planificación de todo el Modelo. Intentaré que comprendáis la necesidad de realizar un trabajo diario, complementado con el de antes y después de la temporada.

En mi caso son muy importantes el antes y el después, que son los periodos de pretemporada y postemporada, pues al no existir competición podemos desarrollar el plan de una forma más lineal, y además hemos de pensar que los deportistas pueden seguir formándose para jugar al voleibol sin el estrés de la competición. Es el momento de trabajar para afianzar los gestos

·         Antes de comenzar la temporada tenemos que repasar el modelo de juego para adecuarlo al equipo y club donde vayamos a implantarlo. Marcar las partes que han de ser redefinidas y adaptadas a la nueva situación, los ejercicios que pueden tener complejidad en un primer momento, estudio del calendario escolar de la temporada (fiestas escolares, nacionales y vacaciones), obtención del calendario de competición lo antes posible, información de la plantilla, horarios durante la temporada, instalación, material e información sobre los rivales.

·         Cuando finalizamos la temporada hemos de recoger en una memoria todo lo realizado durante ella. El cuaderno de ejercicios donde se anotaban las sesiones de entrenamiento complementará dicha memoria. Se incluirá en el modelo técnico aquellos ejercicios diseñados durante los meses de entrenamiento, así como propuestas de mejoras o modificaciones de partes del modelo para estudio de la Dirección Técnica.

Vemos aquí la importancia del modelo al vertebrar toda la organización de nuestro trabajo. Tener una idea general de cómo vamos a desarrollar nuestro trabajo a lo largo de la temporada. Recordad lo siguiente:



·         Planificación: Sería la primer fase en la cual se establecerá la estructura del proceso “atendiendo a aspectos más globales,  como objetivos, técnicas y métodos así como evaluación y control”.

·         Programación: A partir del objetivo propuesto en la planificación, se determina una organización dándoles un orden y distribución en el tiempo basándose en los criterios específicos de la teoría del entrenamiento.

·         Periodización: En esta se establece la secuencia y temporalidad de los contenidos, considerando la distribución de las cuatro variables claves del entrenamiento:  la frecuencia, volumen, intensidad y densidad, que además se condicionan.

Cuando hablamos de PLANIFICACIÓN muchos de vosotros solo pensáis en la PERIODIZACIÓN (ese documento donde ponemos MACROCICLO-MESOCICLO-MICROCICLO). Como veis es mucho más que eso, necesitamos de un PLAN y el MODELO no ayuda.

Hemos de ir desarrollando las partes (fases) de dicho plan y todo en ciertos momentos (periodos) de la temporada.

En iniciación podríamos resumir en los siguientes periodos:

  1. Pretemporada. Lo recomendable es un periodo seis semanas como mínimo de preparación del equipo, desde que comienzan los entrenamientos tras la vuelta de vacaciones y antes de la competición. Si esta comenzara antes, yo recomendaría continuar con el plan establecido. En ella hemos de trabajar la preparación física general durante dos-tres semanas para más tarde pasar la especifica del voleibol. Comenzamos con un trabajo técnico a través de ejercicios analíticos para ir progresando por el sintético hasta el global, incorporando durante esta progresión la táctica del juego. La utilización del volumen y la intensidad en los entrenamientos es fundamental para conseguir avanzar durante este periodo. Los torneos y partidos amistosos ayudan a comprobar el estado de los deportistas, así como el nivel de juego de nuestro equipo.
  2. Competitivo I. Una vez acabada la Pretemporada es el siguiente periodo que nos encontramos. Tenemos que tener cuidado donde marcamos su inicio, pues en algunos casos y en iniciación más claramente, no tiene que coincidir con el inicio de la competición propiamente dicha. Comprender que las competiciones empiezan en algunos casos, antes de las 6 semanas que hemos indicado anteriormente, y tenemos el eterno problema de ¿qué hacemos?  Mi idea, si es un equipo federado de categorías inferiores, empezar dicho periodo a mitad de octubre. Es verdad que algunos ya estáis compitiendo, pero podemos incluir un periodo precompetitivo que coincida con el calendario de competición y la pretemporada. Es en ese momento cuando la táctica toma prioridad en los entrenamientos, así como el aumento de la intensidad. Duraría hasta las fiestas de Navidad. Cuando tenemos competición utilizaremos el trabajo de “partido a partido” tan de moda con Diego Pablo Simeone. A esto lo definiremos Microestructuración (pulsar) como modelo de planificación durante este periodo. 
  3.  Transitorio. Nuestros jóvenes deportistas necesitan un descanso y recuperar las fuerzas después de un largo trimestre. No solo sufren de un estrés deportivo, también los estudios fatigan y mucho, ya que durante finales de noviembre y principios de diciembre tienes los exámenes del curso escolar. Todos tenemos que ser conscientes de ello y hay que recalibrar para beneficio del equipo. Parte del éxito de la segunda parte de la temporada estriba en cómo afrontar estos días. Coincidiendo con la finalización del año podemos tener unas semanas (sería aconsejable unas 3) para que el equipo respire y tome nuevos retos/objetivos. Es el momento que el entrenador revise los objetivos operativos (hablaremos en el próximo capítulo) y analice la desviación producida, para así corregir en los entrenamientos aquellos que más deficiencias produce en nuestro juego. Es el momento de volver a rediseñar y programar la evolución de los deportistas y del equipo en general. Nuevos ejercicios, modificaciones tácticas, especialistas en el juego, no podemos pensar que ya no podemos hacer nada y de esa forma podremos dar alguna sorpresa.
  4. Competitivo II. Sería como el periodo competitivo I, pero hasta finalizar la competición en la cual participamos.
  5. Postemporada. El voleibol es un deporte que acaba “demasiado” pronto. Mucho equipo a mediados de abril ya tiene acabada su competición, y eso penaliza la progresión de nuestros deportistas. Hay que seguir trabajando con el mismo esmero que durante los meses de competición, pues el mes de septiembre está muy lejos. Es el momento de trabajos individuales en la mejora técnico-táctica de nuestros deportistas, con mucha menos presión debido a la falta de partidos, y continuar con el desarrollo físico de estos. Hoy en día con el Voley Playa parece que todo está solucionado, pero ojo, es otro deporte totalmente distinto al que nosotros jugamos. Complementario, vale, pero busquemos similitudes y beneficios para el nuestro. Yo aconsejo seguir jugando partidos amistosos hasta finales de junio, ligas de primavera, Torneos de fines de semana, etc. Esto ayuda a crear unión y cohesión entre los deportistas, que agradeceremos en temporadas sucesivas.

Recordad del principio, cuando no tenemos competición es cuando podemos trabajar con más tiempo y diseñar con un margen mayor, a no depender de los partidos.

Esta organización en nuestro modelo vienes reflejada en el diseño de dos documentos importantes dentro del modelo

•       DISEÑO TÁCTICO. La disposición que va a adoptar el equipo en cada uno de los dispositivos del juego (KI-KII-KIII-KIV). Las variantes que se tienen de cada una de ellos, las soluciones y cambios disponibles, la utilización y diseño de la plantilla y un largo etcétera que va aumentando según crece el nivel del equipo. Corroboro la idea de que el nivel táctico lo da el nivel técnico que tengamos (no podemos dirigir el saque sin un control técnico del saque). Parece que un entrenador tiene como misión enseñar el sistema de juego 5-1 o recibir en W, para mi es mucho más. Los entrenadores tendríamos que saber jugar con una disposición de acuerdo al nivel de juego que nuestros deportistas tienen. Pero todos rápidamente queremos abandonar el juego con colocador a turno, para poner un solo colocador.

•       DISEÑO TÉCNICO. Ya hemos hablado en el punto 6.1 Virtudes y Errores, definidos por Gestos Técnicos y por Complejos. En este caso añadiría un manual con ejercicios diseñados en consecuencia con el modelo que queremos desarrollar.

7.2 Los entrenamientos

Nuestro día a día va a ser ir desarrollando el trabajo en cada uno de los entrenamientos. Hemos de ir construyendo el juego que nosotros queremos durante cada sesión que tengamos disponibles. En los cursos que imparto siempre digo lo siguiente, hay que preparar todos los entrenamientos de los que disponemos y recalco, nunca darlos por perdidos de antemano (un ejemplo, van a faltar por exámenes varios  jugadores, con lo que son pocos para completar un entrenamiento). Hay entrenadores que lo suspenden sin más. Se pueden reconvertir en sesiones individualizadas, partidos amistosos con equipos del club, completar con jugadores de categorías inferiores, etc. 

Además, no dar por sentado que no hay que enseñar algún aspecto técnico pues ya fue enseñado con anterioridad. Hay aspectos que pueden perder eficacia de no utilizarlos habitualmente. Creemos que lo tienen aprendidos de otros años, que ya las tienen aprendidas, y nos sorprendemos.

En los entrenamientos es donde podemos enseñar a nuestros deportistas lo que queremos de ellos, lo que tenemos escrito en nuestro modelo, como se interpreta y como queremos que se ejecute. Parece increíble pero no siempre tienen todos tan claro lo que nosotros queremos de ellos.

Sería bueno que tuviéramos un documento resumen, si es con una presentación mejor, donde puedan consultar el modelo que estamos construyendo. En el caso de modelos técnicos, ya hemos comentado la utilización de videos como ejemplos.

Cuidado con los ejercicios que planteamos. Algunos de ellos pueden no tener similitud con el juego, y los jugadores resuelven dicho trabajo en los entrenamientos pero después no son capaces de ejecutarlo en los partidos. No enseñamos a resolver ejercicios en los entrenamientos, si a preparar a los deportistas para el juego. .

Creo que todos hemos de intentar hacer lo más parecido posible los entrenamientos al juego, evolucionar los ejercicios a lo largo del entreno y mostrar a las deportistas situaciones de diversas dificultades que son habituales. Sería ideal aprender solo jugando, pero es bastante difícil.

En mi caso divido el entrenamiento en 3 partes.

  1. Trabajo de entrada en calor, desplazamientos y técnica. Desarrollado tanto de forma individual, parejas o tríos. Mejora de los gestos técnicos para poder solucionar las situaciones individuales que se presenten durante el juego (siempre tienen un factor táctico cuando se introduce el concepto de partido).
  2. Trabajo de relación entre gestos técnicos y preparación física integrada.Donde los ejercicio sintéticos tienen gran relevancia.
  3. Trabajo global , situaciones de juego (con puntuación y sin él) y vuelta a la calma.

Cada entrenamiento está marcado por un objetivo principal y uno secundario, y todo se desarrolla en torno a ellos.

No me gusta que se paren los entrenamientos para dar explicaciones o charlas, aprovecho los tiempos de beber agua o recoger balones para informar o corregir los errores que se están cometiendo. Lo ideal es tener un ayudante que te facilite esta labor, pues puede dar este feedback a los deportistas durante la ejecución del ejercicio.

Como nos marcamos unos objetivos, hemos de tener claro la prioridad del entrenamiento.

¿Qué quiero decir con esto?  Si tenemos como objetivo la recepción, y la acompañamos con ataque (indicando a los deportistas que practiquemos ataque línea o diagonal), tenemos que priorizar en las correcciones del gesto de recepción. Eso no quiere decir que ataque como les dé la gana a nuestros deportistas, pero no podemos descuidar la recepción para centrarnos en el ataque.

Es bueno enseñar a nuestros deportistas una técnica en Autoinstrucciones para poder desarrollar cada vez mejor el trabajo en los entrenamientos.

El objetivo de esta técnica radica en producir cambios cada vez más positivos en el deportista. Modificar la conducta del deportista ante ciertas metas-retos-objetivos e interiorizar mediante un dialogo verbal la herramienta necesaria para desarrollar la técnica necesaria para su ejecución. Sería unos pensamientos, rutinas, ideas a desarrollar antes de la ejecución (pueden tener una relación a las claves de cada gesto).

Pensad en las rutinas “manías” que Rafael Nadal utiliza antes de ejecutar un servicio o como se seca los brazos con las toallas antes de un punto importante. Nuestros deportistas tendrían que ir adoptando estas autoinstrucciones que le van a facilitar la atención, la concentración y les reducirá la impulsividad-ira ante las dificultades propuestas.

Es importante convencer a nuestros deportistas en trabajar con exigencia en los entrenamientos, la cultura del esfuerzo a de ser una virtud en todo el equipo (comenzando por el entrenador). De esta forma el trabajo desarrollado en las sesiones irá poco a poco asentándose y hará que nuestros deportistas progresen en la dirección marcada por nuestro modelo de juego  

7.3 Los ejercicios

La base para poder realizar una sesión de entrenamiento está en la realización y organización de los siguientes elementos:

  •  Juegos: Actividad espontánea y libre, con reglas pactadas y tiempo ilimitado, que produce placer y cuyo fin se haya intrínseco al mismo (jugar por jugar).
  • Tareas: Actividad dirigida, comprendida en un programa de objetivos. El entrenador limita de forma variable la actuación por parte del jugador, de forma que cuando más intervenga limitando esa libertad , la acerca más al carácter de ejercicio. Tiempo actuación controlado.
  • Ejercicios: Actividad programada pormenorizadamente para la consecución de unos objetivos concretos. Presenta un grado máximo de intervención por parte del entrenador respecto a los criterios de ejecución, tiempo, espacio y resto de aspectos formales y funcionales.

En este apartado nos vamos a centrar en la diseño y organización de los ejercicios, así como en el tipo de ejercicios del que disponemos para nuestro trabajo diario.

7.3.1 EL DISEÑO y las reglas que hemos de seguir. 

  1. CONTROL DEL TIEMPO. Aun siendo dependiente de muchos factores los ejercicios (J.Fotia: nº repeticiones, por puntuación, por objetivo y por tiempo) , podemos estimar cuando un ejercicio empieza a surtir efecto dentro del entrenamiento y cuando a partir de un momento cae en monotonía (anotar en el cuaderno de observaciones el tiempo utilizado para la próxima vez). Todos entendemos que calentar por tríos ataque-defensa 5 minutos puede ser insuficiente, pero tenerlos 30 minutos puede ser excesivo. Ahí está la pericia del entrenador para sacar provecho a dicho ejercicio y utilizar diferentes variantes si al final queremos tenerlos tanto tiempo.
  2. CONTROL DEL ESPACIO Con ello queremos indicar el espacio a utilizar por los jugadores en su realización, la utilización de red o no, número de balones y participación de entrenadores o auxiliares.
  3. CONTROL NÚMERO DE JUGADORES. La rotación de los jugadores es muy importante, por eso dependemos del número que haya en la pista. Hemos de tener claro que las filas de jugadores y las esperas prolongadas no favorecen el buen funcionamiento de los ejercicios. Es bueno que los ejercicios sean dinámicos en cuanto al número de toques y repeticiones de cada jugador.

 En el diseño también incluimos EL NOMBRE DEL EJERCICIO. Es mucho más fácil hacer luego referencia a él, con solo nombrarlo, que teniendo que explicar en cada momento que lo utilicemos. Perdemos tiempo importante para el progreso de nuestros deportistas y además ellos lo identifican mejor. 

 Hay que tener cuidado al diseñar los ejercicios de cómo funcionan en realidad dentro de la pista. Hay ejercicios que siguen buenos planteamientos en cuanto a las tres reglas anteriormente citadas, pero al llegar a la pista la cosa no funciona. Hemos de comprobar en pista las deficiencias que surgen y rediseñar para obtener el ejercicio perfecto.

Según McGown (2000) en Building a Winning Team, un ejercicio que funcione tiene que tener las siguientes características:

1.                  Ser Competitivo.

2.                  Tener un objetivo claro.

3.                  Ser lo más parecido al juego.

4.                  Involucrar al máximo número de jugadores.

5.                  Favorecer el mayor número de repeticiones.

6.                  Ser simple.

7.                  Tener metas cuantificables. 

Hemos de diseñar en la línea de la progresión y evolución de los gestos técnicos. Los ejercicios son un medio para que nuestros jugadores alcancen el juego que hemos definido en nuestro modelo. Tenemos que facilitar este desarrollo con ejercicios que se vayan complementando. Pensad, los ejercicios tienen que salir del análisis de nuestro juego, de las virtudes y errores que cometemos.

 Seguiremos los principios definidos en nuestra secuencia de aprendizaje:

  • Ir de lo simple a lo complejo. 
  • Ir de lo conocido a lo desconocido.
  • Ir de lo concreto a lo abstracto. 
  • Ir de lo particular a lo general.
  • Plantear soluciones a problemas. 

Una parte importante de este diseño viene marcado por la utilidad del ejercicio para poder sacar información de los gestos técnicos que se realizan. El ejercicio no se pone a los jugadores y ellos lo realizan como pueden, unos mejor y otros peor, tiene que proporcionarnos variables a estudiar sobre el desarrollo del mismo. Los ejercicios están diseñados para realizarlos con una correcta ejecución técnica. Si eso sucede todo es fácil y el entramado organizativo es fácil de ejecutar por parte de los jugadores. Es por ello que podemos detectar fácilmente errores y corregir inmediatamente cuando la dificultad aparece.

 También podemos diseñar ejercicios para evaluar el progreso y evolución de los jugadores, alcanzando ciertas metas propuestas al inicio de él. La dificultad técnica en los gestos técnicos o en los dispositivos táctico llevan a los jugadores progresar en el juego. De esta forma podremos controlar el trabajo que se realiza y la carga tanto física como mental.

Introducir variantes en los ejercicios, por pequeñas que sean, hacen que el jugador encare el trabajo de otra manera. Focaliza de nuevo su atención en elementos técnicos o tácticos que creía asimilados, pensando en los nuevos retos presentados y en la oportunidad de demostrar la adquisición de dichas técnicas.

7.3.2. Tipos de Ejercicios:

 ·         ANALÍTICO: es un trabajo donde desarrollamos la técnica de los jugadores. Se realizan las repeticiones necesarias para que el jugador tome conciencia del gesto técnico, así como las correcciones que se necesiten. El ensayo-error es el principal método, y el tiempo un aliado IMPORTANTISIMO. Se trabaja por parejas o grupos pequeños (3/4), sin utilización de la red (solo como referencia) y solo un par de gestos técnicos como máximo. La dificultad y complejidad de los ejercicios será la que haga que nuestros jugadores MEJOREN en su nivel TÉCNICO.

·         SINTÉTICO: es un trabajo donde vamos a mejorar y reafirmar nuestras habilidades técnicas y construiremos una táctica individual importante para el equipo. Nuestra construcción Táctica como conjunto va a depender y mucho, de la individual de cada uno de nuestros jugadores. Los ejercicios se apoyarán sobre el campo y la red, no serán necesarios todos los integrantes de la plantilla, y se trabajarán dos o tres aspectos técnicos con una carga táctica (Juegos reducidos/parte del juego).

·         INTEGRAL o GLOBAL. Es un trabajo más Táctico, donde las habilidades Técnicas se ponen de manifiesto para poder mecanizar la armonía del grupo. Este trabajo se realiza dentro del campo de juego, con la red por medio y con casi la plantilla al completo. Se trabajan varios de los gestos técnicos aprendidos, y gracias a la repetición y corrección conseguimos parecernos a lo que queremos jugar en los partidos.

El paso entre ejercicios analíticos, sintéticos y globales tiene que estar marcado y diferenciado claramente y su utilización en cada momento del entrenamiento nos ayudará en la enseñanza que queremos para nuestros jugadores.

En mi caso el diseño de ejercicios viene marcado por unos objetivos generales basados en la filosofía del Modelo de Juego descrita con las 3R´s (Ritmo + Riesgo + Repeticiones)  y las 3P´s (Paciencia + Perseverancia + Práctica). Recordad el capítulo 5. Cuaderno de Bitácora.

Una parte importante de este diseño viene marcado por la utilidad del ejercicio para poder sacar información de los gestos técnicos que se realizan. El ejercicio no se pone a los jugadores y ellos lo realizan como pueden, unos mejor y otros peor, tiene que proporcionarnos variables a estudiar sobre el desarrollo del mismo. Los ejercicios están diseñados para realizarlos con una correcta ejecución técnica. Si eso sucede todo es fácil y el entramado organizativo es fácil de ejecutar por parte de los jugadores. Es por ello que podemos detectar fácilmente errores y corregir inmediatamente cuando la dificultad aparece.

También podemos diseñar ejercicios para evaluar el progreso y evolución de los jugadores, alcanzando ciertas metas propuestas al inicio de él. La dificultad técnica en los gestos técnicos o en los dispositivos táctico llevan a los jugadores progresar en el juego. De esta forma podremos controlar el trabajo que se realiza y la carga tanto física como mental.

Introducir variantes en los ejercicios, por pequeñas que sean, hacen que el jugador encare el trabajo de otra manera. Focaliza de nuevo su atención en elementos técnicos o tácticos que creía asimilados, pensando en los nuevos retos presentados y en la oportunidad de demostrar la adquisición de dichas técnicas.

7.3.3. La organización de los ejercicios.

La experiencia a lo largo de estos años me ha hecho ver, que en entrenamientos de otros entrenadores ciertos ejercicios similares a los nuestros, salen mejor o peor solo por como lo organizan. Y esto incluye:

·         La forma en que se explica,

·         Las indicaciones que da,

·         La situación de auxiliares,

·         Los sitios de espera de jugadores,

·         Las rotaciones entre puestos y el momento en que se realizan,

·         Complejidad del ejercicio y ejercicios previos de asimilación al propuesto.

El desarrollo del ejercicio en pista tiene una gran complejidad cuando se presenta como novedad entre los deportistas. Es el momento de armarse de PACIENCIA para observar como lo van poniendo en PRACTICA, ser PERSEVERANTES en el trabajo y no decaer en desilusión ante los malos comienzos. Tiempo al tiempo compañeros.

Es importante la SEGURIDAD a la hora de la realización de los ejercicios. Hemos de evitar riesgos y lesiones innecesarios de la práctica del voleibol. Cuidado con: 

  • Los carros de los balones. Su posición en el campo, así como la recuperación y entrega por parte de los deportistas de los balones.
  •  Obstáculos peligrosos, como postes, bancos, mesas, sillas.
  • Falta de precisión del deportista. Atención a los golpeos y desplazamientos.

Como todos ya sabéis, esto tiene que estar integrado dentro del Modelo de Juego. Entonces tiene que existir ejercicios con una base común para todos los equipos del club. La dirección deportiva marcará la línea de trabajo que llevarán y los entrenadores actuarán en consecuencia con ella. Estos ejercicios serán en la mayoría de trabajo técnico, incidiendo en el modelo que se quiere conseguir para el club.

En este punto cobra especial importancia, el tener dichos ejercicios con nombres. De esta forma pueden referirse a ellos con los jugadores y entre los propios entrenadores. En las jornadas de especialización son de vital importancia, ya que en los calentamientos ayudan a la organización en el menor tiempo posible, debido al conocimiento de todos. Muchos entrenadores tienen ejercicios que son casi iguales, salvo pequeñas variantes, y estos son candidatos a engrosar la batería del club.

Ya hemos dicho que en el deporte nada es fijo, y este grupo de ejercicios tendrá que ir aumentando con el tiempo. La dirección técnica propondrá a los entrenadores diseños de ejercicios que complementen los ya existentes. Aquí entra de manera importante la formación de los técnicos. La aparición de nuevas ideas al estar en contacto con distintos entrenadores surge de manera espontánea.


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