Muy buenas a tod@s.
Después de las dos últimas
entradas (formación y asignatura) relativas a metodología y didáctica del voleibol en el marco teórico,
vamos a terminar con una aplicación a la organización y diseño de ejercicios
para el entrenamiento.
Desde que empezamos a entrenar
hemos de tener muy claro el IMPLANTAR UN MODELO DE JUEGO. Es un documento donde vamos a recopilar todos los aspectos
que consideramos importantes para poder desarrollar nuestra labor dentro del
equipo, ayudando a nuestros jugadores pues van a saber lo que se requiere de
ellos. Según Aurelio Ureña sería nuestro PATRÓN a seguir. Según la categoría y
la profesionalización del equipo, este va aumentando en número de páginas,
aunque siempre tiene que servirnos de guía como trabajo diario.
Muchos entrenadores lo tienen en
su cabeza, en sus cuadernos de entrenamientos, en algunos videos, pero creemos
que es más fácil aglutinar todo ese conocimiento y refundirlo en uno solo.
Aquí lanzamos un breve índice con
el que podemos empezar a trabajar.
1. Introducción
al Modelo.
2. Filosofía
de trabajo.
3. Metodología
aplicada.
4. Modelo
Técnico de cada Gesto.
a.
Evolución del gesto por categoría.
b.
Conceptos puntos críticos.
5. Modelo
Táctico según complejo (KI, KII, KIII y KIV).
a.
Evolución de los complejos.
b.
Variantes de juego.
c.
Movimientos de enlace.
d.
Comunicación.
6. Definición
de los Roles de jugadores apoyándose en la estadística.
7. Modelo
de ejercicios.
8. Dirección
de Equipo. Reglamento Interno.
Al igual que
la Planificación este documento es vivo a lo largo de tu carrera como
entrenador, ya que nuestra visión del juego puede ir variando y nuestros
conceptos evolucionando. No quiere decir que lo escrito ya no valga, la idea es
ir complementando cada punto y ampliando las ideas que ya teníamos plasmadas.
Lo ideal sería que cada CLUB
tuviera un MODELO DE CLUB, donde estuviera reflejado las líneas maestras que
quieran conseguirse. Un ejemplo, si en nuestra filosofía es tener una
colocadora alta, no puede ser que por ganar un entrenador apueste por dos
colocadoras bajitas. Iría en contra de las directrices del CLUB y por lo tanto
en contra de todos.
El seguir dicho modelo llevaría a
trabajar en equipo, los jugadores sabrían que se les va a pedir cuando pasen de
categoría o ayuden al equipo superior en algún momento de la temporada.
Criterios marcados desde la dirección técnica que facilitaría además la
detección de talentos.
Hablando este año con los
seleccionadores de Cataluña Femenino, nos explicaban como entre las 12
jugadoras infantiles siempre tenían que ir “por lo menos” dos de primer
año. Es su filosofía y tenía que aceptarlo como seleccionadores.
Cuando los entrenadores y
jugadores empiecen a ver MI CLUB en lugar de MI EQUIPO todo será más fácil de
trabajar, las ayudas de los compañeros entrenadores será más fluida y el
crecimiento de todos mucho mayor. No existirían lo que nosotros llamamos
“cortijos”, equipos que van a parte de lo que marcan la dirección deportiva del
club.
Sería recomendable que cada club
realizará jornadas de especialización entre sus jugadores, donde mezclara
categorías y niveles, trabajando en grupos de iguales roles (colocadores,
centrales, líberos, receptores y opuestos).
Coincidiendo con el Seleccionador
U16 Jorge Barrero nos indicaba que en su CLUB AUTOS CANCELA ZALAETA integraba a
jugadoras jóvenes con veteranas, cadetes y juveniles con senior. Explicaba que
las mayores podían ayudar y enseñar a las jóvenes durante los entrenamientos,
corregirlas y motivarlas en la práctica correcta y por lo tanto ganar un tiempo
valioso en el aprendizaje. Al final todo es repetición sobre algo que estás
viendo, y que mejor modelo que tus iguales veteranas.
Todos los entrenadores creemos
partir de cero al comienzo de cada temporada, pero el tener dicho modelo nos va
a facilitar y mucho el trabajo. Sabremos en qué punto se encuentra dicho grupo
desde que comenzó su desarrollo dentro de la estructura del club, medir la
evolución que ha tenido a lo largo de los años, y planificar el trabajo a
conseguir dentro de las directrices marcadas.
Tenemos unos OBJETIVOS GENERALES
que están por encima del nuestro individual y nos facilitará nuestra labor. De
esta forma será más fácil OBSERVAR, MODIFICAR y CONTROLAR el trabajo que
estamos realizando en el día a día. Pero no solo para nosotros, también para el
resto de nuestros compañeros y lo más importante para nuestros jugadores. No
dependeremos de calendarios para ir realizando una planificación inicial, ni
una programación del aprendizaje de los gestos técnicos. La base ya está
definida y luego solo tendremos que ajustar con los partidos. A eso nos
referimos cuando queremos decir que no partimos de cero.
En estos momentos muchos
entrenadores están planificando a ciegas en sus distintos clubes. No tendrán
calendarios hasta mediados de septiembre, el grupo está por definir, y no saben
ni los horarios ni los días de entrenamiento. Parece una utopía comenzar a
planificar la temporada, pero hay muchas cosas que se pueden ir adelantando
gracias al modelo.
Deben existir ejercicios con una
base común para todos los equipos del club. La dirección deportiva marcará la
línea de trabajo que llevarán y los entrenadores actuarán en consecuencia con
ella. Estos ejercicios serán en la mayoría de trabajo técnico, incidiendo en el
modelo que se quiere conseguir para el club.
Es fácil de retener dichos
ejercicios si son nombrados de algún modo, pudiendo referirse a ellos con los
jugadores y entre los propios entrenadores. En las jornadas de especialización
son de vital importancia, ya que en los calentamientos ayudan a la organización
en el menor tiempo posible, debido al conocimiento de todos. Muchos
entrenadores tienen ejercicios que son casi iguales, salvo pequeñas variantes,
y estos son candidatos a engrosar la batería del club.
Ya hemos dicho que en el deporte
nada es fijo, y este grupo de ejercicios tendrá que ir aumentando con el
tiempo. La dirección técnica propondrá a los entrenadores diseños de ejercicios
que complementen los ya existentes. Aquí entra de manera importante la
formación de los técnicos. La aparición de nuevas ideas al estar en contacto
con distintos entrenadores surge de manera espontánea.
- La primera regla para dicho diseño será: CONTROL DEL TIEMPO. Es verdad que es dependiente de muchos factores, pero podemos estimar cuando un ejercicio empieza a surtir efecto dentro del entrenamiento y cuando a partir de un momento cae en monotonía. Todos entendemos que calentar por tríos ataque-defensa 5 minutos puede ser insuficiente, pero tenerlos 30 minutos puede ser excesivo. Ahí está la pericia del entrenador para sacar provecho a dicho ejercicio y utilizar diferentes variantes si al final queremos tenerlos tanto tiempo.
- La segunda regla para dicho diseño será: CONTROL DEL ESPACIO Con ello queremos indicar el espacio a utilizar por los jugadores en su realización, la utilización de red o no, número de balones y participación de entrenadores o auxiliares.
- La tercera sería CONTROL NÚMERO DE JUGADORES. La rotación de los jugadores es muy importante, por eso dependemos del número que haya en la pista. Hemos de tener claro que las filas de jugadores y las esperas prolongadas no favorecen el buen funcionamiento de los ejercicios. Es bueno que los ejercicios sean dinámicos en cuanto al número de toques y repeticiones de cada jugador.
Hay que tener cuidado al diseñar
los ejercicios de cómo funcionan en realidad dentro de la pista. Hay ejercicios
que siguen buenos planteamientos en cuanto a las tres reglas anteriormente
citadas, pero al llegar a la pista la cosa no funciona. Hemos de comprobar en
pista las deficiencias que surgen y rediseñar para obtener el ejercicio
perfecto.
Según McGown (2000) en Building a Winning Team, un ejercicio que funcione tiene que tener las siguientes características:
- Ser Competitivo.
- Tener un objetivo claro.
- Ser lo más parecido al juego.
- Involucrar al máximo numero de jugadores.
- Favorecer el mayor número de repeticiones.
- Ser simple.
- Tener metas cuantificables.
Hemos de diseñar en la línea de
la progresión y evolución de los gestos técnicos. Los ejercicios son un medio
para que nuestros jugadores alcancen el juego que hemos definido en nuestro
modelo. Tenemos que facilitar este desarrollo con ejercicios que se vayan
complementando. El paso entre ejercicios analíticos, sintéticos y globales
tiene que estar marcado y diferenciado claramente y su utilización en cada
momento del entrenamiento nos ayudará en la enseñanza que queremos para
nuestros jugadores.
Seguiremos los principios
definidos en nuestra secuencia de aprendizaje:
- Ir de lo simple a lo complejo.
- Ir de lo conocido a lo desconocido.
- Ir de lo concreto a lo abstracto,
- Ir de lo particular a lo general.
- Plantear soluciones a problemas.
Os dejo un articulo de Juan Manuel Cichello en la Asociación Uruguaya de Entrenadores de Voleibol sobre una lección de Julio Velasco sobre "EL SALTO DE CALIDAD" de los jugadores de un equipo, basado en los ejercicios que realizas durante un entrenamiento (pulsar).
"lo que hacemos en los entrenamientos es lo que nos pone en condiciones de dar un salto de calidad: tenemos que aumentar las repeticiones ganadoras de lo que queremos mejorar para poder cambiar". Julio Velasco.
"Mejorar no es imposible . Se necesita perseverancia, determinación y los entrenadores deben conocer la técnica y la situación que quieren cambiar". J.M Cichello.
"lo que hacemos en los entrenamientos es lo que nos pone en condiciones de dar un salto de calidad: tenemos que aumentar las repeticiones ganadoras de lo que queremos mejorar para poder cambiar". Julio Velasco.
"Mejorar no es imposible . Se necesita perseverancia, determinación y los entrenadores deben conocer la técnica y la situación que quieren cambiar". J.M Cichello.
Una parte importante de este
diseño viene marcado por la utilidad del ejercicio para poder sacar información
de los gestos técnicos que se realizan. El ejercicio no se pone a los jugadores
y ellos lo realizan como pueden, unos mejor y otros peor, tiene que
proporcionarnos variables a estudiar sobre el desarrollo del mismo. Los
ejercicios están diseñados para realizarlos con una correcta ejecución técnica.
Si eso sucede todo es fácil y el entramado organizativo es fácil de ejecutar por
parte de los jugadores. Es por ello que podemos detectar fácilmente errores y
corregir inmediatamente cuando la dificultad aparece.
También podemos diseñar
ejercicios para evaluar el progreso y evolución de los jugadores, alcanzando
ciertas metas propuestas al inicio de él. La dificultad técnica en los gestos
técnicos o en los dispositivos táctico llevan a los jugadores progresar en el juego. De esta forma podremos controlar el trabajo que se realiza y la
carga tanto física como mental.
Introducir variantes en los
ejercicios, por pequeñas que sean, hacen que el jugador encare el trabajo de
otra manera. Focaliza de nuevo su atención en elementos técnicos o tácticos que
creía asimilados, pensando en los nuevos retos presentados y en la oportunidad
de demostrar la adquisición de dichas técnicas.
Podemos terminar dando ciertas
reglas que acompañan al diseño ejercicio y es la organización del mismo. Hemos
comprobado en entrenamientos de otros entrenadores, que ciertos ejercicios
similares a los nuestros, salen mejor o peor solo por como lo organiza. Y esto
incluye la forma en que se explica, las indicaciones que da, la situación de
auxiliares, los sitios de espera de jugadores, las rotaciones entre puestos,
momentos en que se realizan, complejidad del ejercicio y ejercicios previos de
asimilación al propuesto.
El desarrollo del ejercicio en
pista tiene una gran complejidad cuando se presenta como novedad entre los
jugadores. Es el momento de armarse de PACIENCIA para observar como lo van
poniendo en PRACTICA, ser PERSEVERANTES en el trabajo y no decaer en desilusión
ante los malos comienzos. Tiempo al tiempo compañeros.
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