lunes, 29 de julio de 2019

Metodología para Organización y Diseños de ejercicios.


Muy buenas a tod@s.

Después de las dos últimas entradas (formación y asignatura) relativas a metodología y didáctica del voleibol en el marco teórico, vamos a terminar con una aplicación a la organización y diseño de ejercicios para el entrenamiento. 

Desde que empezamos a entrenar hemos de tener muy claro el IMPLANTAR UN MODELO DE JUEGO. Es un documento donde vamos a recopilar todos los aspectos que consideramos importantes para poder desarrollar nuestra labor dentro del equipo, ayudando a nuestros jugadores pues van a saber lo que se requiere de ellos. Según Aurelio Ureña sería nuestro PATRÓN a seguir. Según la categoría y la profesionalización del equipo, este va aumentando en número de páginas, aunque siempre tiene que servirnos de guía como trabajo diario.

Muchos entrenadores lo tienen en su cabeza, en sus cuadernos de entrenamientos, en algunos videos, pero creemos que es más fácil aglutinar todo ese conocimiento y refundirlo en uno solo.

Aquí lanzamos un breve índice con el que podemos empezar a trabajar.

1.       Introducción al Modelo.
2.       Filosofía de trabajo.
3.       Metodología aplicada.
4.       Modelo Técnico de cada Gesto.
a.       Evolución del gesto por categoría.
b.       Conceptos puntos críticos.
5.       Modelo Táctico según complejo (KI, KII, KIII y KIV).
a.       Evolución de los complejos.
b.       Variantes de juego.
c.       Movimientos de enlace.
d.       Comunicación.
6.       Definición de los Roles de jugadores apoyándose en la estadística.
7.       Modelo de ejercicios.
8.       Dirección de Equipo. Reglamento Interno.

     Al igual que la Planificación este documento es vivo a lo largo de tu carrera como entrenador, ya que nuestra visión del juego puede ir variando y nuestros conceptos evolucionando. No quiere decir que lo escrito ya no valga, la idea es ir complementando cada punto y ampliando las ideas que ya teníamos plasmadas.


Lo ideal sería que cada CLUB tuviera un MODELO DE CLUB, donde estuviera reflejado las líneas maestras que quieran conseguirse. Un ejemplo, si en nuestra filosofía es tener una colocadora alta, no puede ser que por ganar un entrenador apueste por dos colocadoras bajitas. Iría en contra de las directrices del CLUB y por lo tanto en contra de todos.

El seguir dicho modelo llevaría a trabajar en equipo, los jugadores sabrían que se les va a pedir cuando pasen de categoría o ayuden al equipo superior en algún momento de la temporada. Criterios marcados desde la dirección técnica que facilitaría además la detección de talentos.

Hablando este año con los seleccionadores de Cataluña Femenino, nos explicaban como entre las 12 jugadoras infantiles siempre tenían que ir “por lo menos” dos de primer año. Es su filosofía y tenía que aceptarlo como seleccionadores.

Cuando los entrenadores y jugadores empiecen a ver MI CLUB en lugar de MI EQUIPO todo será más fácil de trabajar, las ayudas de los compañeros entrenadores será más fluida y el crecimiento de todos mucho mayor. No existirían lo que nosotros llamamos “cortijos”, equipos que van a parte de lo que marcan la dirección deportiva del club.

Sería recomendable que cada club realizará jornadas de especialización entre sus jugadores, donde mezclara categorías y niveles, trabajando en grupos de iguales roles (colocadores, centrales, líberos, receptores y opuestos).

Coincidiendo con el Seleccionador U16 Jorge Barrero nos indicaba que en su CLUB AUTOS CANCELA ZALAETA integraba a jugadoras jóvenes con veteranas, cadetes y juveniles con senior. Explicaba que las mayores podían ayudar y enseñar a las jóvenes durante los entrenamientos, corregirlas y motivarlas en la práctica correcta y por lo tanto ganar un tiempo valioso en el aprendizaje. Al final todo es repetición sobre algo que estás viendo, y que mejor modelo que tus iguales veteranas.

Todos los entrenadores creemos partir de cero al comienzo de cada temporada, pero el tener dicho modelo nos va a facilitar y mucho el trabajo. Sabremos en qué punto se encuentra dicho grupo desde que comenzó su desarrollo dentro de la estructura del club, medir la evolución que ha tenido a lo largo de los años, y planificar el trabajo a conseguir dentro de las directrices marcadas.

Tenemos unos OBJETIVOS GENERALES que están por encima del nuestro individual y nos facilitará nuestra labor. De esta forma será más fácil OBSERVAR, MODIFICAR y CONTROLAR el trabajo que estamos realizando en el día a día. Pero no solo para nosotros, también para el resto de nuestros compañeros y lo más importante para nuestros jugadores. No dependeremos de calendarios para ir realizando una planificación inicial, ni una programación del aprendizaje de los gestos técnicos. La base ya está definida y luego solo tendremos que ajustar con los partidos. A eso nos referimos cuando queremos decir que no partimos de cero.

En estos momentos muchos entrenadores están planificando a ciegas en sus distintos clubes. No tendrán calendarios hasta mediados de septiembre, el grupo está por definir, y no saben ni los horarios ni los días de entrenamiento. Parece una utopía comenzar a planificar la temporada, pero hay muchas cosas que se pueden ir adelantando gracias al modelo.




Deben existir ejercicios con una base común para todos los equipos del club. La dirección deportiva marcará la línea de trabajo que llevarán y los entrenadores actuarán en consecuencia con ella. Estos ejercicios serán en la mayoría de trabajo técnico, incidiendo en el modelo que se quiere conseguir para el club.

Es fácil de retener dichos ejercicios si son nombrados de algún modo, pudiendo referirse a ellos con los jugadores y entre los propios entrenadores. En las jornadas de especialización son de vital importancia, ya que en los calentamientos ayudan a la organización en el menor tiempo posible, debido al conocimiento de todos. Muchos entrenadores tienen ejercicios que son casi iguales, salvo pequeñas variantes, y estos son candidatos a engrosar la batería del club.

Ya hemos dicho que en el deporte nada es fijo, y este grupo de ejercicios tendrá que ir aumentando con el tiempo. La dirección técnica propondrá a los entrenadores diseños de ejercicios que complementen los ya existentes. Aquí entra de manera importante la formación de los técnicos. La aparición de nuevas ideas al estar en contacto con distintos entrenadores surge de manera espontánea.
 
  • La primera regla para dicho diseño será: CONTROL DEL TIEMPO. Es verdad que es dependiente de muchos factores, pero podemos estimar cuando un ejercicio empieza a surtir efecto dentro del entrenamiento y cuando a partir de un momento cae en monotonía. Todos entendemos que calentar por tríos ataque-defensa 5 minutos puede ser insuficiente, pero tenerlos 30 minutos puede ser excesivo. Ahí está la pericia del entrenador para sacar provecho a dicho ejercicio y utilizar diferentes variantes si al final queremos tenerlos tanto tiempo.
  • La segunda regla para dicho diseño será: CONTROL DEL ESPACIO Con ello queremos indicar el espacio a utilizar por los jugadores en su realización, la utilización de red o no, número de balones y participación de entrenadores o auxiliares.
  • La tercera sería CONTROL NÚMERO DE JUGADORES. La rotación de los jugadores es muy importante, por eso dependemos del número que haya en la pista. Hemos de tener claro que las filas de jugadores y las esperas prolongadas no favorecen el buen funcionamiento de los ejercicios. Es bueno que los ejercicios sean dinámicos en cuanto al número de toques y repeticiones de cada jugador.



Hay que tener cuidado al diseñar los ejercicios de cómo funcionan en realidad dentro de la pista. Hay ejercicios que siguen buenos planteamientos en cuanto a las tres reglas anteriormente citadas, pero al llegar a la pista la cosa no funciona. Hemos de comprobar en pista las deficiencias que surgen y rediseñar para obtener el ejercicio perfecto.

Según McGown (2000) en Building a Winning Team, un ejercicio que funcione tiene que tener las siguientes características:
  1. Ser Competitivo.
  2. Tener un objetivo claro.
  3. Ser lo más parecido al juego.
  4. Involucrar al máximo numero de jugadores.
  5. Favorecer el mayor número de repeticiones.
  6. Ser simple.
  7. Tener metas cuantificables. 
Hemos de diseñar en la línea de la progresión y evolución de los gestos técnicos. Los ejercicios son un medio para que nuestros jugadores alcancen el juego que hemos definido en nuestro modelo. Tenemos que facilitar este desarrollo con ejercicios que se vayan complementando. El paso entre ejercicios analíticos, sintéticos y globales tiene que estar marcado y diferenciado claramente y su utilización en cada momento del entrenamiento nos ayudará en la enseñanza que queremos para nuestros jugadores.

Seguiremos los principios definidos en nuestra secuencia de aprendizaje:
  • Ir de lo simple a lo complejo.
  • Ir de lo conocido a lo desconocido.
  • Ir de lo concreto a lo abstracto,
  • Ir de lo particular a lo general.
  • Plantear soluciones a problemas. 




 En nuestro caso el diseño de ejercicios viene marcado por unos objetivos generales basados en las 3R´s y las 3P´s.



Os dejo un articulo de Juan Manuel Cichello en la Asociación Uruguaya de Entrenadores de Voleibol sobre una lección de Julio Velasco sobre "EL SALTO DE CALIDAD" de los jugadores de un equipo, basado en los ejercicios que realizas durante un entrenamiento (pulsar).

"lo que hacemos en los entrenamientos es lo que nos pone en condiciones de dar un salto de calidad: tenemos que aumentar las repeticiones ganadoras de lo que queremos mejorar para poder cambiar". Julio Velasco.

"Mejorar no es imposible . Se necesita perseverancia, determinación y los entrenadores deben conocer la técnica y la situación que quieren cambiar"J.M Cichello.

Una parte importante de este diseño viene marcado por la utilidad del ejercicio para poder sacar información de los gestos técnicos que se realizan. El ejercicio no se pone a los jugadores y ellos lo realizan como pueden, unos mejor y otros peor, tiene que proporcionarnos variables a estudiar sobre el desarrollo del mismo. Los ejercicios están diseñados para realizarlos con una correcta ejecución técnica. Si eso sucede todo es fácil y el entramado organizativo es fácil de ejecutar por parte de los jugadores. Es por ello que podemos detectar fácilmente errores y corregir inmediatamente cuando la dificultad aparece.

También podemos diseñar ejercicios para evaluar el progreso y evolución de los jugadores, alcanzando ciertas metas propuestas al inicio de él. La dificultad técnica en los gestos técnicos o en los dispositivos táctico llevan a los jugadores progresar en el juego. De esta forma podremos controlar el trabajo que se realiza y la carga tanto física como mental.

Introducir variantes en los ejercicios, por pequeñas que sean, hacen que el jugador encare el trabajo de otra manera. Focaliza de nuevo su atención en elementos técnicos o tácticos que creía asimilados, pensando en los nuevos retos presentados y en la oportunidad de demostrar la adquisición de dichas técnicas.
  

Podemos terminar dando ciertas reglas que acompañan al diseño ejercicio y es la organización del mismo. Hemos comprobado en entrenamientos de otros entrenadores, que ciertos ejercicios similares a los nuestros, salen mejor o peor solo por como lo organiza. Y esto incluye la forma en que se explica, las indicaciones que da, la situación de auxiliares, los sitios de espera de jugadores, las rotaciones entre puestos, momentos en que se realizan, complejidad del ejercicio y ejercicios previos de asimilación al propuesto.

El desarrollo del ejercicio en pista tiene una gran complejidad cuando se presenta como novedad entre los jugadores. Es el momento de armarse de PACIENCIA para observar como lo van poniendo en PRACTICA, ser PERSEVERANTES en el trabajo y no decaer en desilusión ante los malos comienzos. Tiempo al tiempo compañeros.



Buen verano y a seguir trabajando.

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